Los obispos alemanes quieren conciliar el progreso de la reforma con las preocupaciones del Vaticano

Monseñor Georg Bätzig, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), en la conferencia de prensa final de la asamblea plenaria de DBK, 2 de marzo de 2023. Foto: Todos los derechos reservados
El presidente de la Conferencia de Obispos Alemanes (DBK, por sus siglas en alemán), Georg Bätzig, reiteró este jueves 2 de marzo que la Iglesia católica en ese país rechaza un camino separado de la Iglesia universal, y que las reformas deben avanzar, pero teniendo en cuenta las críticas que, de diversas formas, les llegaban desde el Vaticano.
En la rueda de prensa de clausura de la asamblea plenaria reunida desde principios de semana, por primera vez en la ciudad de Dresde, Bätzig, que es obispo de la diócesis de Limburg, se mostró enérgico al afirmar su pertenencia a la Iglesia Católica Iglesia y rechazando las acusaciones contra DBK de que “viene del exterior” de que “se está moviendo hacia [convertirse] en una iglesia nacional” o que “está buscando una división ”.
La asamblea dedicó toda la jornada del miércoles al Camino Sinodal. La gran mayoría de los obispos asumen, según el presidente, las inquietudes de la reforma surgida en el camino, pretendiendo que sean “cambios duraderos”. “Al final del día, nos preocupa la Iglesia de la que somos parte”, dijo el presidente de DBK. “No hace falta decir”, añadió, que sacar adelante este proyecto, teniendo en cuenta las advertencias de la Curia romana “no siempre estará exento de tensiones, malentendidos y controversias”.
En cuanto a la cuestión del 'concilio sinodal', un órgano que está diseñado para tener un carácter deliberativo y que incluye a obispos y laicos, objeto de la negativa frontal por parte del Vaticano, la DBK trató de suavizar el problema, aludiendo a diferentes formas de entender su estatus y aludiendo a que “ni la estructura ni las tareas están aún delimitadas de manera precisa y concluyente en este punto”.
Los obispos –“muchos de los cuales habían manifestado la necesidad de discusión y acuerdo” sobre las propuestas que serán presentadas y votadas a fines de la próxima semana, en la sesión final del Camino Sinodal– debatieron “de manera abierta y constructiva ” la documentación, durante la jornada de estudio dedicada al tema. “Espero sinceramente que a través del debate de los últimos días hayamos podido derribar las barreras a la aprobación de los textos”, adelantó el Presidente de la Conferencia.
Bätzig no dejó de señalar que estos textos todavía necesitan ser enmendados, para ser aprobados por los obispos, que tienen un voto calificado. Estos cambios, dijo, se introducirán como mociones que presentarán los obispos.
No aclaró, sin embargo, a qué se refería específicamente cuando dijo que esperaba que se hubieran roto las barreras a la aprobación de los textos por parte de los obispos, ni si las enmiendas que presentarán en la asamblea sinodal fueron o serán objeto de diálogo con las demás partes (clero, religiosos y, sobre todo, laicos). Para el jefe del episcopado alemán, “lo que es mucho más decisivo es que una Iglesia sinodal configure sus estructuras y su gestión del poder de decisión de manera participativa y transparente”.
En concreto, lo previsto para la sesión final del sínodo de la próxima semana es que, de forma inmediata, entre en funcionamiento una “comisión sinodal” para evaluar y trabajar los resultados del camino sinodal, con tres años para preparar el discutido “consejo”. . Está por ver qué disfraz aprobará este consejo, sabiendo que este es el tema que dejó a Roma (y más allá) en estado de alerta. Es decir, es la cuestión del poder en la Iglesia.
Los temas olvidados

Reproducción de la carta enviada por el presidente del episcopado alemán a los cardenales del Vaticano. Foto: Todos los derechos reservados.
Cabe señalar que se hizo público, sin embargo, el contenido de la carta que el presidente de la DBK anunció el primer día de la asamblea que había enviado a Roma, el pasado 23 de febrero. Bätzig respondió así a la carta que recibió a mediados de enero del Secretario de Estado del Vaticano y de los presidentes de los Dicasterios para la Doctrina de la Fe y para los Obispos.
En él, el presidente de la DBK asume que tiene en cuenta las preocupaciones de los responsables de la Curia y recuerda que lo que inicialmente estaba en la agenda del Camino Sinodal era la creación inmediata del “consejo sinodal”; y que fue por la intervención de los obispos que se adoptó el camino de una comisión preparatoria, que trabajaría durante tres años, preparando el concilio. Destaca que la asamblea episcopal (ahora celebrada) profundizará en la situación y pide que se abran posibilidades de encuentros presenciales, sugiriendo el período inmediatamente posterior al cierre del Camino sinodal.
El tema del “concilio” ha relegado a un segundo plano los controvertidos ejes temáticos que se han trabajado desde el Camino sinodal, que son cuestiones clave para todos, incluida la mayoría de los obispos.
El presidente las recordó, este jueves, ante los periodistas: es importante “que nosotros, como Iglesia, desarrollemos una ética relacional y sexual que pueda ofrecer a las personas orientaciones útiles para su vida”, dijo. El ministerio del presbítero es, por otra parte, también indispensable para la Iglesia y debe tener en cuenta los cambios en las condiciones marco de la vida eclesial. “Por último, pero no menos importante, es indispensable para la forma futura de la Iglesia abrir más espacio para que las mujeres participen en la formación, compartan responsabilidades y tomen decisiones”, agregó Bätzig.
En este contexto, sin embargo, ha surgido un hecho que no puede dejar de ser significativo: un signo de apertura por parte del Papa Francisco. En una entrevista concedida hace unos días a Die Zeit , de Hamburgo, citada por Religion Digital , el cardenal Walter Kasper, que es él mismo un crítico del Camino Sinodal Alemán, revela que “el Papa Francisco quiere reformas y puede estar de acuerdo con muchas preocupaciones de la Camino Sinodal Alemán”. Con otros, agregó el cardenal, “tiene la impresión de que pondrían en peligro la unidad de la fe en la Iglesia universal.“. Entre los asuntos a los que el Papa sería sensible, Kasper incluía el servicio a la Iglesia, la superación de la prohibición moral y el fortalecimiento de la conciencia, el respeto a las personas del mismo sexo, el esclarecimiento de los abusos sexuales y espirituales, la reforma del derecho canónico y de la Curia romana”.
https://setemargens.com/bispos-da-alemanha-querem-conciliar-avanco-da-reforma-com-preocupacoes-do-vaticano/
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