
Rueda de prensa final de la asamblea episcopal, con el presidente de la CEP, José Ornelas, en el centro. Foto © Antonio Marujo
Hablar de “evidencias de encubrimiento” de abusos sexuales por parte de obispos, en este momento, “parece inapropiado”, considera el presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP), José Ornelas, al reaccionar de esta manera a la valoración realizada hace dos semanas. por la Comisión Independiente que estudia el abuso infantil dentro de la Iglesia.
La declaración se produjo en las primeras horas de la tarde de este jueves 28, en la conferencia de prensa final del pleno de la CEP, que se reunió en Fátima desde el lunes 25. “Dato concreto” sobre el tema, el obispo de Leiria-Fátima agregó que “ las cosas hay que tomarlas en serio, pero con datos concretos”.
“Espero la conclusión de todo esto”, dijo D. José, refiriéndose a posibles casos de encubrimiento, “así como sobre las 16 denuncias” que fueron remitidas por la Comisión Independiente al Ministerio Público. Y que están, por ahora, en “secreto de justicia”, que debe ser “realmente preservado”, esperando con “serenidad” la conclusión de los procesos, para que “no se haga justicia en la plaza pública”. Por ahora, el presidente de la CEP dice sobre estos casos: “No tengo datos. Con el tiempo sí, [los pediremos], pero hay cosas de las que solo nos daremos cuenta al final”.
Miembros de la Comisión Independiente para el Estudio del Abuso Sexual de Niños en la Iglesia Católica asistieron a la reunión del CEP esta semana. 7MARGENS sabe que en algunos sectores de la Iglesia no cayó bien el hecho de que la comisión realizara la conferencia de prensa para balancear el trabajo de los tres meses en medio de la Semana Santa – 12 de abril. Pero consultado sobre si la comisión -creada por iniciativa de los obispos- hablaba demasiado, el presidente de la CEP respondió: “No, la comisión hace su trabajo y estamos satisfechos y agradecidos por eso”. Pero relativizó las “pruebas” mencionadas por el coordinador de ese organismo, el psiquiatra infantil Pedro Strecht, afirmando que “hay que ver qué sentido se le da al encubrimiento”.
Monseñor Ornelas fue enfático en su defensa de la buena relación entre los obispos y los investigadores: “Tenemos contactos muy cordiales sobre la marcha del trabajo de la comisión, pero no tenemos acceso a la información. No somos la comisión, funciona de forma autónoma y está funcionando muy bien. Haberle dado autonomía [a la comisión] significa que no somos nosotros quienes gestionamos estos resultados”.
José Ornelas también insistió en que “es importante” que la comisión divulgue la información que crea conveniente, “para que se cree una cultura y una forma de pensar, que pase a la opinión pública [la idea de que los abusos] no pueden pasar y que si sucede”, la Iglesia no estará “de acuerdo”.
Respecto a la falta de respuestas de algunos obispos para reunirse con la Comisión Independiente, el presidente de la CEP reafirmó que “nadie se negó” a responder, pero que el plazo para hacerlo era después de la asamblea plenaria que ahora se ha llevado a cabo.
En su discurso de apertura de los trabajos de la asamblea episcopal, Monseñor José Ornelas había subrayado la idea de que los obispos reafirmen el “pedido de perdón” –que, sin embargo, hasta ahora se ha hecho sólo en declaraciones públicas e individuales, y no en celebración específica con ese fin, como ya ha hecho el Papa. En el comunicado final de la asamblea, leemos ahora: “A las personas que han pasado por la dramática situación de abuso dentro de la Iglesia, los Obispos reafirman un sentido pedido de perdón, en nombre de la Iglesia Católica, y su compromiso de ayudar a curar las heridas. También agradecen a quienes se acercaron a contar su dura historia, venciendo comprensibles resistencias internas”.
En la rueda de prensa, el presidente de la CEP insistió en el llamado a las víctimas a hablar. “Tenemos que tener una idea clara de lo que existe y cómo lo vamos a tratar, [para] identificar lo que existe, de manera completa y clara”.
Preguntado por qué las declaraciones aparecen desvinculadas de cualquier momento más solemne, José Ornelas consideró "importante reafirmar" el pedido de perdón. “Estamos en un viaje, su conclusión tendrá sus propios momentos”, garantizó. Y sobre la posible petición de indulto público por el hecho de que hace poco tiempo varios obispos -por ejemplo, los de Oporto o Lamego- devaluaron la importancia de una comisión de investigación para el caso portugués, el presidente de la CEP admitió que hay un camino por recorrer también para el episcopado: “Hay una evolución de la Conferencia Episcopal, de la Iglesia y de la sociedad. La perspectiva donde nos movimos y que cambió [la mentalidad] es la de los derechos de las víctimas y de los niños. Hoy percibimos la situación de manera diferente”. y agregado,
Sobre la eventual aceptación de la ruptura del secreto confesional para investigar abusos, el obispo de Leiria-Fátima fue tajante: “No está, nunca estuvo y nunca estará en cuestión. Es importante discutir las cosas, pero por respeto a las personas y este secreto no será puesto en duda, sería una gran injusticia, pues socavaría toda la confianza necesaria en la confesión”.
A la sesión plenaria también asistió el historiador Francisco Azevedo Mendes, profesor de la Universidad de Minho que coordina el equipo de historiadores y archiveros que consultarán los archivos de las diócesis y congregaciones religiosas. El comunicado final reitera que la CEP y la Conferencia de Institutos Religiosos de Portugal tienen “todo interés en colaborar” con este estudio, pero José Ornelas dijo que la metodología para acceder a los archivos aún se está perfeccionando, sobre todo porque la organización de los archivos es, en muchos casos, "muy atrasado". Pero es importante que “no queden dudas”, dijo.
“Extremadamente Preocupado”

D. José Ornelas: “Es necesaria una respuesta adecuada por parte del Gobierno para que el sector [social] no se paralice”. Foto © Antonio Marujo
En otra parte de las declaraciones realizadas a los periodistas, el presidente de la CEP dijo que los obispos están “extremadamente preocupados” por el impacto de la actual crisis económica y social en los centros sociales y otras instituciones solidarias. En el comunicado, se mencionó que el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Movilidad Humana, José Traquina, se refirió durante la asamblea a las consecuencias de los recientes aumentos de precios de “alimentos, energía, gas y combustibles” a causa de la guerra en Ucrania. . “El incremento en el costo de vida y el aumento esperado en las tasas de interés son preocupaciones para las familias y en especial para quienes tienen gastos mensuales de vivienda”, se lee en el comunicado.
“Es necesaria una respuesta adecuada por parte del Gobierno para que este sector [social] no se paralice”, ha dicho D. José, teniendo en cuenta las “dificultades económicas” de muchas de las instituciones sociales. Hay "cientos de miles de personas" que dependen de la ayuda de estas organizaciones y muchas de ellas están "en riesgo", en una situación agravada por la pandemia, pero que contó con medidas positivas por parte del Gobierno, consideró.
Respecto a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Lisboa 2023, el presidente de la CEP dijo que no ha “seguido personalmente” lo que se está haciendo en cuanto a preparación. Pero garantizó que “ahora [la JMJ] empieza a tocar a la gente”, al mismo tiempo que se prepara la acogida de peregrinos, voluntarios, contactos con entidades civiles, colegios, etc.
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