Olga Lucia Álvarez Benjumea
ARCWP*
Las emociones, no siempre se comparten, se disimulan,
o esconden, pero esta emoción que he tenido en el día de hoy, no la puedo
esconder y la debo compartir.
En estos días apareció una nota en uno de los grupos
en donde participo, donde una abuela llamada Luz Marina (le conozco) de Buenaventura,
escribía pidiendo el favor de apoyar a su nieto, un joven, que debía presentarse
en Barranquilla, a la Armada Nacional y no tenía dónde llegar.
Conociendo el ambiente y las circunstancias, en que
nos vivimos y nos movemos en este país. Recogí la nota, y se me ocurrió repetir
la solicitud, en mi Comunidad Eclesial de Base Virtual. Inmediatamente, Enco, una
mujer profeta, solidaria, docente, responde ofreciendo su casa.
Por el camino, no fue ya un nieto, sino otro nieto, y
otro nieto, llegando a 4 quienes tocan en la casa de Enco. Ella, los acoge su
hija Eliane cede su habitación, le colabora y allí se hospedan hasta el día
presentarse en la Armada Nacional.
Enco, asume el papel de abuela, les acompaña al
Batallón, y está informándonos a la familia, de cómo llegaron y las
instrucciones hasta que llegue el día del Juramento a la Bandera.
Llega el día de izar bandera, y a la casa de Enco,
llegan de Buenaventura, casi un total de 20 personas, entre padres, tios, hermanos,
novias. Todo el vecindario mira sorprendido que esa sucediendo en la casa de la
señora Enco, tanta gente nueva…
Se organizaron para ayudarse y atender mutuamente los
quehaceres de la casa, se consiguieron colchonetas, sábanas, todos aportaron
para los gastos de alimentación y transporte.
Y todo, no terminó ahí, al regreso de la izada de la
bandera, tuvieron fiesta en la casa, compraron pizza y gaseosa, buena música y
a celebrar el reencuentro y felicitaciones a los jóvenes que han izado bandera
en compromiso con la familia, amigos, vecinos y la patria. Fue una gozada.
Hago público mis agradecimientos a Enco y toda su
familia, por la lección que nos han dado de acogida, solidaridad y apoyo mutuo
para con mi gente de Buenaventura.
Bendigo a la Divinidad, porque con esta actitud, de
generosidad haciendo el bien, sin mirar a quien, se nos desafía a construir la
paz, a conocernos a romper las barreras del regionalismo, el racismo. Realizando
encuentros de apoyo cómo este, en donde cada vez más Comunidades Eclesiales de
Base han de ser puente y esfuerzo en nuestras comunidades.
Estas familias, no se conocían de nada, están muy
lejos Buenaventura-Barranquilla, 830.04 kilómetros. Son todos colombianos, de
diferentes. costumbres, cultura, diferente gastronomía, hasta el acento de su
español es diferente. A todos nos une la fe en Cristo, su Buena Noticia y he aquí
la gran Esperanza, de cómo de todos los pueblos, si podemos convivir en paz,
reconciliación y armonía. Este hecho me emociona y colma de esperanza.
Gracias, Esencia Divina, porque nos has mostrado, has
hecho llegar hasta nosotros con inmensa Luz, el reflejo de lo que es descubrir
el Reino de Dios entre nosotr@s.
Que este ejemplo no pase en vano por nuestras vidas. Si
podemos construir y mostrar que la Paz es posible, sin violencia.
Que, desde cada Comunidad Eclesial de Base, se abran
las puertas generosamente para el migrante, el necesitado.
La responsabilidad del trabajo por la Paz, no es solo
de Enco y su familia. Todos y todas somos responsables de la Paz en nuestro
país.
REFORTE GRÁFICO CELEBRANDO LA IZADA DE BANDERA.
*Presbitera católica romana
Abril 4/22
Comentarios
Publicar un comentario