Olga Lucia Álvarez Benjumea
ARCWP*
Sí, no he escrito mal, un Dios hecho tal como lo necesitamos.
Un Dios invisible, lejano, por allá arriba, regañón,
celoso, resentido, juzgador, castigador, vengador, ese dios, ya no va más
conmigo.
El Dios que busco, lo he encontrado, lo tengo aquí
cerca, me acompaña, me guía, me saca de apuros, lo principal, le importo y me
ama.
Dios, es espíritu, no tiene sexo, no tiene género, no es
ni hombre, ni mujer, simplemente Él es Él. Su Espíritu, no da miedo, porque su
Espíritu, es amor, es coraje, es Sabiduría, es alegría y en mi esta.
Que no me puedo comunicar con un ser invisible. ¿Quién
dijo era invisible? Que es que no escucha. ¿Quién dijo que era sordo? Le veo
cada mañana, cuando me despierto, lo siento, en el canto de los pájaros, la suave
brisa que a mi ventana golpea. Le he visto en el germinar de una planta.
Para disfrutar lo anterior, me enchufo en mi
plataforma. Para aplicar y abrir la plataforma divina, lo principal es hacer
clip en la tecla del silencio y activar el botón de la escucha. No busques más.
No pierdas tu tiempo. La clave la tienes tu mism@, el usuario que piden ya
sabes cuál es. Si pierdas la clave o te la roban, no te preocupes, en la
plataforma divina, se nos ayuda a recuperarla. No estar inquieta, tener
paciencia, para que no se nos borre o des configure lo que pretendemos.
El usuario te lo debieron de haber dado el día que te
bautizaron y la clave la fuiste creado personalmente, ya lo has hecho varias
veces, te ha tocado cambiarla porque los hackers no nos han dejan en paz, han
tratado de usurparla, para bloquear la comunicación con la Esencia Divina.
La Divinidad nos ha creado y me la han presentado como
un dictador, como un tirano, un infame, un genocida, un asesino.
Es hora de reivindicar Su Imagen.
La Divinidad, nos ha dotado con toda clase de
herramientas para defendernos de la ignorancia. Ha colocado a nuestro alrededor
muchas personas, que han sido y serán faros luminosos en medio de las tinieblas
y dificultades.
A Ella, no le gusta que la reemplacen, Ella se apersona
de su misión. Un Dios, que nos cuida y hacen que nos cuiden. ¿Quién te cuida?
Me preguntan. Respondo, soy la responsable de mi misma, en primer lugar.
¿Quiénes me cuidan? Mis padres me cuidaron con todo su amor, mis abuel@s, mi
familia, mis amistades sinceras, compañer@ss de trabajo.
No hay que perder la capacidad de sorpresa, ante lo
nuevo, el ver brotar una semilla, sentir la presencia Divina ante el nacimiento
de un nuevo ser en la familia, disfrutar viendo el salir del pollito del huevo,
el nacimiento del conejo, del ternerito. Y después que rico sentarse a los pies
del anciano mayor y escucharle sus lecciones vida y sabiduría.
Qué lindo, poder abrazar y besar, dar cariño y
amistad, a todo aquello nos da alegría, paz, confianza y tranquilidad.
Qué rico pensar y disfrutar de la Divinidad, que en
nuestro interior habita y nos habla.
Dice que ante la tormenta y confusión que se desarrolla en cubierta, nos
dice que estemos tranquil@s, que todo pasara y saldrá bien. Sentir que la
Divinidad, nos coloca en su canto, abraza, besa, protege y colma de energía
para seguir dando lo mejor de sí, a fin de que este mundo vaya cambiando ya que
las mejores cosas están porvenir para hacer felices a tod@s las hij@s cread@s a
su imagen y semejanza, anunciando la Buena Nueva!!!
“Si ustedes no cambian y se
hacen como los niños, no entrarán
al Reino de los Cielos. Mateo
18:3-4
Para la Divinidad, todos somos importantes, sin
distingo alguno.
Bendita sea!!!
*Presbitera catolica romana
Marzo 29/22
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