Con preocupación, tristeza y extrañeza he leido el comentario de un hombre de fe.
Respecto al proceso de paz que se adelanta en Colombia, el arzobispo de Popayán, monseñor Ómar Sánchez Cubillos, uno de los delegados en la reunión, compartió al medio Vatican News, una de las preocupaciones que le advirtieron al santo padre, “le compartimos que la apuesta de paz en el país se ha ido a la sombra, ha bajado en el marco de interés nacional, nos hemos resignado al conflicto”.
Ante ese pesimismo, en qué queda la Buena Nueva, legado de Paz y Amor! Tenemos que sembrar semillas de Paz, de reconciliación y amor entre los pueblos.
No dejarnos ahogar por la depresión y el pesimismo. No a la resignación ante el conflicto.
La Buena Nueva, es nuestra carta de navegación hasta que se haga costumbre el "amaos los unos a los otros, como Yo os he amado".Juan 13:34.
Olga Lucia Álvarez Benjumea ARCWP.
Presbitera católica romana.
marzo 15/22
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