LA REFORMA GREGORIANA Y EL PRESBITERADO FEMENINO.

Olga Lucia Álvarez Benjumea ARCWP*


¿Qué tiene que ver la Reforma Gregoriana con el sacerdocio femenino? Se preguntarán muchos, ya que el sacerdocio femenino según el decir es obra de la Divinidad, que privilegia a los varones y de ahí el decir que “solo los varones bautizados pueden ser ordenados” (Canon 1024). Ignorando el que mujeres y hombres hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, (Génesis 1:26-27).


Mi padre en su ancianidad (106 años) siempre preguntaba, por qué la autoridad de la Iglesia estaba centrada en Roma, y no en Jerusalén. Pues es hora de contarle a los fieles, hijas e hijos de Dios, la historia de los 7 Patriarcados, que manejaban al Movimiento cristiano desde el Concilio de Nicea, a partir de donde los emperadores, coronaban no solo a los Patriarcas de Oriente y Occidente, sino también a los Obispos, y estos a su vez, coronaban a los Emperadores.


Es preciso decir, que en ese tiempo no había Papa, cada uno se considera el Papa de su zona. Estamos hablando de aquella época en que fue asumida la pretensión jerárquica considerado modelo de sociedad cristiana perfecta aprovechada y manipulada por el Emperador Diocleciano y Constantino, en el siglo IV, de ahí que emperadores y obispos no se distinguían los unos de los otros por sus vestimentas de corte medieval, que aún se conserva en la institución eclesial jerárquica. Los espacios eclesiales, ni más ni menos eran considerados feudos. Es hasta ese entonces bueno recordar la gran persecución a los cristianos y como a partir de ahí, desaparecen las líderes de la comunidad cristiana, como fieles servidoras dentro de la iglesia naciente. Los 3 ministerios diaconado, presbiterado y episcopado desde ahí, quedan reservados solo para los varones. A pesar de todo, la historia nos deja constancia que hasta el Siglo XI hubo presencia de las líderes diaconisas en la Iglesia. 


Las luchas, étnicas, políticas, religiosas, de estos Papas que llevaron al gran “Cisma de Oriente-Occidente” centralizándose el poder eclesial en Roma, en la figura del Papa Gregorio VII, OBD, (1.073-1085) lo que hace que sea el primer Papa que se reconoce en la Iglesia Católica romana (Occidente), en Oriente figura la Iglesia Católica ortodoxa, el Patriarca Bartolomé I. Ambos son “Una Santa Católica y Apostólica”. Valgo el comentario para no perder de vista la “unidad” de la cristianada. 


Gregorio VII, formado por Gregorio VI, conocido como Juan Graciano, quien es el autor del famoso “Decreto Graciano”, por lo que se le llama; Padre del Derecho Canónico. No nos es extraño la influencia que ejerciera en él y se destacara la “Reforma Gregoriana” por las “Querellas de las vestimentas”, el imponer disciplina ante los escándalos y abusos del clero, imponer el celibato, acatando las enseñanzas de su protector y formador quien le había hecho capellán, en el año 1045.


Hasta aquí como bien podemos ver, no hay ninguna intervención divina, como nos han tratado de decir. Salta a la vista, todo un tejemaneje del poder patriarcal-machista. Lo anterior nos da pie para decir; no tenemos que confundir la Tradición con la Historia.


La historia que nos han contado de que Pedro fue el primer Papa, y citando el texto bíblico Mateo 16:18 es claro, que fue añadido mucho tiempo después.


Lo anterior nos lleva a pensar, que los Cánones si puede ser reformados ya el Papa Francisco, lo ha estado demostrado en sus recientes reformas. La carta del papa Juan Pablo II de que “la puerta está cerrada”, refiriéndose al sacerdocio femenino, no tiene ningún argumento bíblico ni teológico válido, que impida la presencia de las mujeres en el altar como presbiteras en igual derecho de decisiones que los varones.


Bibliografía:


Mariluz Rojas Salazar: Eclesiología medieval (power pint)


https://es.wikipedia.org/wiki/Gregorio_VI


https://www.ecured.cu/Gregorio_VII

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