LA EUCARISTIA: ES VIDA Y VIDA EN ABUNDANCIA.
Olga Lucia Álvarez Benjumea ARCWP*
Contamos con muchas definiciones que nos ha dado sobre la Eucaristía. Que es acción de gracias. Que es la memoria del sacrificio de la muerte y resurrección de Cristo, y muchas más.
En realidad, la Eucaristía, nos la han enseñado con un halo de misterio, que bloquea la esencia del milagro, impidiéndonos su realización como tal.
Tiene ese halo de misterio, para impedir que conozcamos su peligrosidad, ¿y evitar su persecución?
La Eucaristía, es un acto subversivo, peligroso, para esta sociedad corrupta e infame, por eso no se le presenta, no se le conoce, ni realiza en la dimensión y esencia de su verdadero mensaje.
El mensaje eucarístico de Jesús hecho vida en Él como testimonio y compromiso, que nos ha dejado como legado, no lo podemos negar ni esconder más. Su mensaje es Vida y Vida en abundancia.
¿Cómo? Es su invitación, a vengan y vean como toda una Divinidad, se parte y comparte. Vengan y vean como la Divinidad Creadora, se parte y comparte en generosidad a través del Universo entero, sin reserva y egoísmo alguno.
Nos da la Vida, que no es solo el respirar y sentirnos vivas/os. Eucaristía es sentir que en la vida no hay lugar para el hambre, hay salud, hay vivienda, hay empleo, hay un abrigo,
hay educación, hay afecto, hay amor, hay alegría, hay armonía, hay justicia, hay paz. Hacer Eucaristía, es cambio social radical y profundo.
El hacer realidad el misterio de la Eucaristía, no necesita de muros, la Eucaristía la llevamos cada una/o dentro de nosotras/os mismas/os para partirla y compartirla. No seamos meros observadores u oyentes. Ven y haz realidad la Eucaristía.
He aquí la invitación: “Hagan esto en memoria Mía”. Invitación, no solo para quien hace de celebrante, la invitación es para todas/os los participantes.
Todas y todos, estamos invitados a realizar el cambio social que necesitamos, no esperemos que el cambio venga de arriba, de poderosos o gobernantes, el cambio depende de nosotras/os mismas/os. Todas y todos, estamos invitadas/os a hacer realidad la Eucaristía.
Hagamos de cada Eucaristía, la realización del cambio, empecemos ya. No tengamos miedo de hacer la Eucaristía. Basta ya de estar juzgando, criticando, marginando, ofendiendo, despreciando, mintiendo. Basta ya de tanta violencia infame.
Aprendamos la lección de la Divinidad: vengan y vean como toda una Divinidad se parte y reparte, en medio de la Humanidad.
*Presbitera católica romana
Febrero 19/2022
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