Con muchas voces, pero una visión: las mujeres católicas emprendieron una peregrinación hacia Roma por la dignidad y la igualdad en la Iglesia Católica Romana.
Roma - 23-25 de enero de 2020
Católicos de los 5 continentes y diferentes áreas como universidades, órdenes religiosas, asociaciones, iniciativas, periodismo, así como teólogos, voluntarios, activistas reformistas y trabajadores pastorales en el servicio religioso, se reunieron la semana pasada en Roma para reunir décadas de compromiso con la igualdad de dignidad. e igualdad de derechos para las mujeres en la Iglesia Católica en todo el mundo.
La dignidad y la igualdad están inseparablemente vinculadas. Solo cuando las mujeres tienen los mismos derechos en la Iglesia católica se respeta plenamente su dignidad. Para una iglesia sostenible, se deben escuchar las voces de 600 millones de mujeres católicas.
En esta reunión quedó claro que la demanda de igualdad no es una preocupación específicamente europea, como a menudo se afirma. Los católicos de todo el mundo se enfrentan a esta pregunta en el contexto social y eclesial y están más que nunca dispuestos a exigir sus derechos iguales.
Como resultado de la reunión, el CWC llama a una peregrinación global. Un viaje en el que las mujeres de todo el mundo están llamadas a viajar juntas virtualmente y físicamente. En diferentes países, cada uno con sus propios contextos culturales, se reunirán las voces de las mujeres. Queremos escuchar y leer las historias de mujeres católicas en este viaje, compartiendo sus realidades, dolores, esperanzas, alegrías y tristezas.
La peregrinación terminará en Roma en septiembre de 2021 con un evento inaugural mundial del Consejo Católico de Mujeres, donde las mujeres se unen para unir sus experiencias y percepciones y encontrar formas de sanar su iglesia rota y hacerla más sostenible e inclusiva.
Durante los próximos tres meses, el CWC establecerá un grupo de planificación internacional para crear las bases y estructuras para esta peregrinación. Se crearán actividades locales y se harán prácticamente accesibles para todos.
El llamado a la igualdad de dignidad e igualdad de derechos encenderá el proceso de cambio como nunca antes, ya que las mujeres católicas se centran globalmente en una visión común. Como señal del movimiento, la bufanda blanca será un símbolo de la dignidad bautismal, que cada mujer puede decorar o adornar de una manera que exprese su cultura y personalidad.
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