CIUDAD DEL VATICANO — La liturgia debe ser nutrida con cuidado y nunca descuidada o abusada, dijo el Papa Francisco.
"La liturgia es obra de Cristo y de la iglesia, y como tal, es un cuerpo vivo", dijo a los miembros de la Asociación de Profesores de Liturgia de Italia.
La liturgia “no es un monumento de mármol o bronce, no es una pieza de museo. La liturgia está viva como una planta, y hay que cuidarla con mimo” y nunca “dejarla ni maltratarla”, dijo.
El Papa hizo sus comentarios durante una audiencia en el Vaticano el 1 de septiembre con miembros de la asociación, que fue fundada hace 50 años para promover el estudio y la enseñanza de la liturgia en seminarios, departamentos de teología y otras instituciones educativas.
Francisco subrayó la importancia de que el progreso esté enraizado en un verdadero sentido de la tradición.
“El progreso en la comprensión e incluso en la celebración de la liturgia debe estar también enraizado en la tradición, que avanza siempre en el camino que el Señor quiere”, dijo. Al igual que con un árbol, el crecimiento proviene de las raíces, de la tradición, que es "la seguridad del futuro".
Sin embargo, el Papa advirtió que hay "muchos que dicen: 'Según la tradición...'" al hablar de la liturgia, y "a lo sumo serán tradicionalistas".
Hay un "espíritu mundano" de retroceder que está "disfrazado de tradición" y está "de moda hoy", dijo.
Este "retroceso", dijo, "es una tentación en la vida de la iglesia que te lleva al restauracionismo mundano, disfrazado de liturgia y teología".
Según la Carta a los Hebreos del Nuevo Testamento, "no somos de los que retroceden", dijo. Todos los cristianos están llamados a "seguir adelante, según la línea que os da la tradición. Retroceder es ir contra la verdad y también contra el Espíritu".
La asociación, que fue fundada después del Concilio Vaticano II para ayudar a promover la recepción en Italia de las enseñanzas del concilio sobre la liturgia, continúa ayudando a la iglesia en esta "temporada" de reforma litúrgica, dijo el Papa.
Este proceso continuo "requiere tiempo y cuidado, cuidado apasionado y paciente; requiere inteligencia espiritual e inteligencia pastoral; requiere formación para una sabiduría celebratoria que no se improvisa y debe ser refinada continuamente", dijo.
Su labor como expertos, investigadores y profesores exige un diálogo "sinodal" con otros en los campos de la teología y las humanidades, y con el pueblo de Dios, que necesita siempre la formación y el crecimiento que ayude a su propia comprensión a ver "lo que viene de Dios y lo que realmente conduce a él, incluso en el ámbito de la liturgia", dijo el Papa.
“Necesitamos más que nunca hoy una visión exaltada de la liturgia, para que no se reduzca a divagar sobre detalles de rúbricas” o reglas litúrgicas, dijo.
La liturgia no debe ser "mundana" ni debe dar la espalda al mundo con "exclusividad mundana", dijo.
La liturgia debe hacer "alzar los ojos al cielo, sentir que el misterio de Cristo habita en el mundo y en la vida" y, al mismo tiempo, debe ser una liturgia para el bien de la humanidad, con sus "pies en el suelo" y no eliminado de la vida de las personas, dijo.
La liturgia debe ser "seria (y) cercana a la gente", dijo. "Las dos cosas juntas: volver la mirada al Señor sin dar la espalda al mundo".
La liturgia no es una fiesta mundana, ni debe sentirse "sombría" o fúnebre, dijo. Está lleno del gozo del Espíritu Santo, dijo, y celebra "la belleza y la grandeza del misterio de Dios, que se entrega a nosotros".
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