MARÍA ANTONIA GIRALDO R. | PUBLICADO HACE 13 HORAS
Cada vez es más frecuente preguntar “¿a qué horas nací?”. La gente no solo se sabe el signo solar, también el ascendente y el lunar. Además, se cultivan plantas con propiedades en los jardines y se cargan cristales con energía.
“El pensamiento mágico sigue vivo en todos lados y en todas las estructuras de la sociedad”, dice el antropólogo Esteban Cruz, quien acaba de publicar El libro negro de la brujería en Colombia.
Además hay un renacer de la espiritualidad y el esoterismo, alejado de la religión convencional, aunque esa publicación y la de Otros mundos en este de Pilar Vargas, Luz Marina Suaza y Pablo Rodríguez, muestran que todo hace parte del mismo mundo.
Durante cuatro años, el antropólogo Cruz recogió relatos de figuras públicas como el actor Luis Tamayo o el presidente Ernesto Samper, quien comparte en el libro los trabajos de brujería que se vivieron en la Casa de Nariño durante su presidencia. Murciélagos crucificados, entierros, dientes y manteca de muerto son todavía elementos que se buscan y se encuentran con el fin de hacer mal o manipular la voluntad de otros. También lo que se vivió durante el conflicto armado.
El periodista Germán Castro Caicedo alguna vez le compartió que no siguió trabajando el tema porque no se tomaba en serio el hecho de que estos rituales tuvieran que ver con el poder político y social, por lo que le encargó a Cruz continuar con la investigación desde su perspectiva.
Para el antropólogo, es un fenómeno que es inherente al ser humano y que ha tenido múltiples manifestaciones a lo largo de la historia.
Por ejemplo, las mancias, la creencia de que se puede decir cómo será el destino viene desde los oráculos griegos, pasando por los astrólogos de los reyes medievales hasta llegar a los horóscopos de los periódicos.
Los académicos Pilar Vargas, Luz Marina Suaza y Pablo Rodríguez investigaron algunos de los sucesos que reporta Cruz, y además, hicieron entrevistas a astrólogas, tarotistas, clarividentes y lectoras de ángeles, café y tabaco, tratando de encontrar una explicación a que el fenómeno perviva, a pesar de la evolución de la humanidad.
Una explicación
La respuesta coincide con la de Cruz: los fenómenos están relacionados con el pensamiento mágico y este se ha desarrollado en paralelo al pensamiento científico. Son dos mundos que no se anulan entre sí. En él caben todos estos fenómenos, y también las religiones, los superhéroes e incluso las leyendas que surgen de los avistamientos de ovnis.
Sobre estos últimos, el antropólogo reconoce que sí hay evidencias, por lo que no es descabellado creer en vida por fuera de la Tierra, pero que los relatos de extraterrestres que se han difundido a partir de esa realidad hacen parte de la fantasía.
Por su parte, Vargas, Suaza y Rodríguez ahondaron en el componente de género que tiene este fenómeno. Es claro que las prácticas esotéricas han tenido mucha más conexión con las mujeres que con los hombres, aunque no hay impedimento de género para ejercer.
Los autores hicieron una encuesta para detallar los roles de género en este mundo y confirmaron que es un tema predominantemente femenino, tanto en proveedores como en clientes. Encontraron que ellas suelen consultar más por temas de amor, hijos y problemas emocionales; mientras que ellos preguntan primero por negocios y poder, para luego pasar a la emotividad. También se consulta para encontrar objetos perdidos y saber si ha sido víctima de un maleficio.
La condena
Los fenómenos sobrenaturales tienen que ver con el pensamiento mágico, incluidas las religiones. De hecho, en ambas investigaciones se resalta que varias creencias católicas vienen de la misma raíz mágica, por ejemplo, Jesús convierte el agua en vino y camina sobre las aguas, como un mago; en los templos se suelen tener reliquias de santos, que consisten en huesos o sangre de difuntos, los mismos elementos de poder a los que se suele recurrir para prácticas non sanctas, y las oraciones tienen un aire a los conjuros.
Vargas, Suaza y Rodríguez explican que desde la Edad Media la Iglesia cristiana decidió condenar a adivinos, astrólogos, astrónomos y matemáticos porque eran personas peligrosas, tan sabios que podían cuestionar la existencia de Dios y sobrepasarle, por ejemplo, adivinando el futuro.
Es un tema de poder, donde la Iglesia busca el control de lo sobrenatural; sin embargo, la existencia de otras prácticas más terrenales representa una amenaza constante, más ahora que sí han disminuido los creyentes. “Es sobre quién tiene la verdad”, dice Suaza.
Según cifras de la encuesta de cultura política del Dane, la población de 18 años y más que forma o ha formado parte de iglesias, organizaciones y/o grupos religiosos, disminuyó en un 7,2 % entre 2011 y 2021, pero esto no significa que haya una decrecimiento del pensamiento mágico, sino que ahora se distribuye de otra manera.
En Colombia convivieron las creencias populares, como los mitos y leyendas, con la fe católica durante muchos años, pero a finales del siglo XX, la Nueva Era entró a ganar terreno. “Se pasó a promulgar el amor y la armonía. Después de los 90, surgieron otras tendencias más ligadas a las creencias orientales, todas formas de espiritualidad similares, con diferentes connotaciones”, explica Cruz.
Para los académicos hay un claro renacer y nuevas prácticas de esoterismo en la actualidad, herramientas mágicas para vencer el peso de la incertidumbre
CONTEXTO DE LA NOTICIA
Periodista cultural del área de Tendencias de EL COLOMBIANO.
https://www.elcolombiano.com/cultura/brujas-apariciones-y-nigromantes-siguen-activos-en-colombia-PD17369420
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