Olga
Lucia Álvarez Benjumea ARCWP*
Buen
texto se me ha presentado a raíz de algunas conversaciones sostenida con
algunos jóvenes, quienes han tenido situaciones muy parecidas en los sitios
donde han trabajado y trabajan.
Vale
la pena leer y reflexionar este texto, con la mente y el corazón abiertos y de
paso con lupa.
¿Qué
está alabando Jesús? ¿La deshonestidad? Pues no. Él lo que está resaltando es
la astucia y la sagacidad del administrador. Y nos enseña a desarrollar la
creatividad, previendo el futuro, ante lo que se ve venir.
Estos
jóvenes que con sus comentarios me hacen reflexionar sobre este texto. Son
profesionales, de alta honestidad, debatiendo su futuro en medio de un país
violento y corrupto, manipulado abiertamente por el narcotráfico. Sus
profesiones han sido tejidas con mucho sacrificio por sus padres.
El
jefe, o dueño de la empresa, un día le dice a su “administrador”: “He recibido,
su informe, me haces el favor de cambiar estos valores, y adaptar el informe.”.
“Cómo doctor?, pero…” trata de decir el joven. “No te preocupes, esto no es
importante, simplemente hazlo”.
Cuando
esto sucede con los jóvenes de nuestra sociedad, de nuestro país, quedan
sudando frío.
Ellos
saben, que sus días están contados en dicha empresa. Su preocupación es a
futuro: “Rehago el informe. Firmo o no firmo”.
El joven sabe que, si más adelante hay una investigación y ven ahí su
firma, ¿quién es el que queda mal? ¿A quién le van a echar la culpa?
Estos
jóvenes honestos, hoy pagan su honestidad, el estar sin empleo.
Algunos
logran irse del país. Otros decepcionados caen en la depresión, en la
drogadicción, y otros desesperados se suicidan.
¿Qué
dice el Estado? ¿Qué opina la religión?
He
escuchado que alguien dice : “El Estado nos tiene abandonados”, y otros dicen:
“Eso no es problema del Estado, eso que cada uno vea cómo hace para salir
adelante”
Si
este problema no es del Estado, entonces preguntémonos: ¿Cuál es el papel del
Estado y de la religión en nuestra sociedad y país? ¿Acaso no elegimos a
nuestros gobernantes, pensando en lo mejor para el país?
Sabemos
que como cristian@s tenemos la misión de anunciar la Buena Nueva, construir el
Reino de Dios, aquí y ahora. La Buena Nueva, el Reino de Dios no se construye
con ingenuidad.
¿Estamos
dispuest@s a hacer cambios reales, o vamos a seguir apostándole a lo ilegal, o
lo injusto, promoviendo la violencia a través de la estrategia del miedo, los
homicidios y faltándole al respeto a la humanidad?
Es
hora de hacer algo por nuestr@s jóvenes y ofrecerles mejores perspectivas para
su vida. Denunciemos y anunciemos, por el bien de tod@s.
*Presbitera
católica romana
Mayo
14/2022
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