¿CUÁNTO LE DEBES A TU PATRÓN? Lucas 16: 1-8

 


 

Olga Lucia Álvarez Benjumea ARCWP*

 

Buen texto se me ha presentado a raíz de algunas conversaciones sostenida con algunos jóvenes, quienes han tenido situaciones muy parecidas en los sitios donde han trabajado y trabajan.

 

Vale la pena leer y reflexionar este texto, con la mente y el corazón abiertos y de paso con lupa.

 

¿Qué está alabando Jesús? ¿La deshonestidad? Pues no. Él lo que está resaltando es la astucia y la sagacidad del administrador. Y nos enseña a desarrollar la creatividad, previendo el futuro, ante lo que se ve venir.

 

Estos jóvenes que con sus comentarios me hacen reflexionar sobre este texto. Son profesionales, de alta honestidad, debatiendo su futuro en medio de un país violento y corrupto, manipulado abiertamente por el narcotráfico. Sus profesiones han sido tejidas con mucho sacrificio por sus padres.

 

El jefe, o dueño de la empresa, un día le dice a su “administrador”: “He recibido, su informe, me haces el favor de cambiar estos valores, y adaptar el informe.”. “Cómo doctor?, pero…” trata de decir el joven. “No te preocupes, esto no es importante, simplemente hazlo”.

 

Cuando esto sucede con los jóvenes de nuestra sociedad, de nuestro país, quedan sudando frío.

 

Ellos saben, que sus días están contados en dicha empresa. Su preocupación es a futuro: “Rehago el informe. Firmo o no firmo”.  El joven sabe que, si más adelante hay una investigación y ven ahí su firma, ¿quién es el que queda mal? ¿A quién le van a echar la culpa?

 

Estos jóvenes honestos, hoy pagan su honestidad, el estar sin empleo.

 

Algunos logran irse del país. Otros decepcionados caen en la depresión, en la drogadicción, y otros desesperados se suicidan.

 

¿Qué dice el Estado? ¿Qué opina la religión?

 

He escuchado que alguien dice : “El Estado nos tiene abandonados”, y otros dicen: “Eso no es problema del Estado, eso que cada uno vea cómo hace para salir adelante”

 

Si este problema no es del Estado, entonces preguntémonos: ¿Cuál es el papel del Estado y de la religión en nuestra sociedad y país? ¿Acaso no elegimos a nuestros gobernantes, pensando en lo mejor para el país?

 

Sabemos que como cristian@s tenemos la misión de anunciar la Buena Nueva, construir el Reino de Dios, aquí y ahora. La Buena Nueva, el Reino de Dios no se construye con ingenuidad.

 

¿Estamos dispuest@s a hacer cambios reales, o vamos a seguir apostándole a lo ilegal, o lo injusto, promoviendo la violencia a través de la estrategia del miedo, los homicidios y faltándole al respeto a la humanidad?

 

Es hora de hacer algo por nuestr@s jóvenes y ofrecerles mejores perspectivas para su vida. Denunciemos y anunciemos, por el bien de tod@s.

 

*Presbitera católica romana

 

 

Mayo 14/2022

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