SANTA LAURA MONTOYA UPEGUI EN LA SOCIEDAD PATRIARCAL.

  

Olga Lucia Álvarez Benjumea ARCWP

 

Extraño titulo para un artículo sobre Santa Madre Laura. Ella, de manera muy clara y sencilla, nos deja entrever, cómo vivió las enseñanzas y exigencias  de los roles a cumplir como mujer, en una sociedad patriarcal como la nuestra.

Madre Laura, no escapó de vivir las consecuencias del Código Napoleónico, que  le tocó a nuestras abuelas y madres, lo mismo que algunas actitudes que todavía nos afectan y que ni la Constitución Política de nuestro país  y la religión no acaban de superar todavía.

Fue en Donmatías, Antioquia donde la señora Dolores Upegui –madre- de Laura fuera nombrada maestra, después de la revolución que fue llamada “la regeneración en Colombia” 1885. Es en aquella población la cuna de un ilustre colombiano Dr. Luis López de Mesa,  donde Laura nos cuenta que “Dios le tenia lecciones especiales que enderezaban a la formación de la futura misionera”(53).

Dejemos que sea ella misma quien nos narre lo que fue descubriendo por si sola: “No había oído hablar a mi rededor sino de buenos o malos matrimonios. En mis abuelos notaba una especie de predisposición a casarnos pronto, aunque mi madre era de distinto parecer. Todo tendía a mostrarme que el matrimonio era el único camino y la cúspide de la felicidad aquí abajo. Casi podía ponerlo a la altura de la muerte: naciste? Luego, morirás, decían los libros. Naciste? Luego, te casarás, hubiera yo podido agregar, si atendía a lo que me rodeaba.

 

Si nos enseñaban algo era para que fuéramos buenas esposas; sí nos hablaban del futuro era siempre como a esposas y madres. Qué mamá tan marcada en aquel medio de mi niñez! Irremediablemente me tenía que casar, como irremediablemente me tenía que morir! Esto era quizás lo que hacía mayor mi vergüenza para manifestar mi deseo de hacerme religiosa. Era irme contra una corriente tan fuerte y tan universal; era como burlar una ley ineludible; era como atentar contra la esperanza de mis abuelos.

……He oído a muchas señoras de aquel tiempo decir que se casaron porque no podía hacer otra cosas»(54).

 

¿Se creerá que Madre Laura nos esta hablando de hoy? Por supuesto que no. Hay quienes dicen que el mundo, a raíz de la era informática ha venido cambiando rápidamente, pero, en este asunto de la equidad del género humano, todavía vamos en cámara lenta. Por lo que ella, nos comparte, constatamos, que su época, tiene muchos parecidos con la nuestra.

Nuestra beata a pesar de los improperios sufridos en la época, siempre la veremos como una radical mujer, cuyos principios se basan en el Magisterio del Evangelio, ante esto Laura Montoya, no da reversa!

Estando en unas vacaciones en La Ceja-Colombia en el año 1906 (204-5-) le tocó vivir lo que ella, ha llamado “Nube cuajada de rayos”! Sufrió el cerco más infame, de parte de la sociedad patriarcal y religiosa.

Así nos cuenta Madre Laura, las consecuencias que sufrió, de pensar y actuar diferente: “Salía a la calle y me seguía la chusma de gente gritándome horrores. Algunas veces me veía atacada por muchachos del pueblo que me tiraban piedra. Hubo vez que caballeros muy serios me llamaran a preguntarme, qué me sacaba con corromper a las niñas”. Todo esto fue a raíz de una novela, escrita por un varón, donde con su pluma venenosa, imaginaba que la maestra en sus clases de religión, disuadía a sus alumnas, a que no se casaran.

 

“El insulto, la piedra, el puñal y cuanto entonces vi levantarse contra mi, no alcanzaron a turbarme ni siquiera a detener mi atención. Mi dolor supremo, mi agonía interior, esa inmensa necesidad de Dios, lo ocupaba todo!”(202).

Nada más doloroso para Laura, la actitud de su director el P. Ulpiano Ramirez: “me mandó a llamar al confesionario para decirme que él no se volvería a meter conmigo porque sin duda ninguna yo tendría algún crimen muy grande oculto, cuando de esa manera me trataba Dios. Y que además, para la buena reputación de un sacerdote, no estaba bien amistades ni de confesión con una persona como yo” (206)

 

“Pasa la noche llorando, las lágrimas corren por sus mejillas. No hay nadie que la consuele entre todos los que la amaban; todos sus amigos la han traicionado, se han convertido en enemigos”. Lam. 1:2

 

 Después de leer a Madre Laura imposible no hacer mención de este texto.

Para la sociedad patriarcal, la situación se tornó preocupante, pues la injuria y la calumnia que deterioraba la imagen de  Laura, no la afectaba solo a ella, sino a  todas las maestras encargadas de la enseñanza cristiana, en Medellín y otras ciudades del país. Es así como el señor Vicario de la Arquidiócesis, Monseñor Victor Escobar, le pide que haga una defensa pública, desenmascarando a sus enemigos.

“Yo, hubiera preferido quedarme con mi querida ignominia, pero la obediencia me hizo salir de ella. Sabía que mis discípulas sufrían por no poderme saludar” (213)

Esto da origen a la “Carta Abierta” de amplia difusión que ella, escribió en Julio 4 de 1906. Carta que suscita burdos comentarios entre sus adversarios, alegando que no fue ella quien la escribió, sino Don Tomás Carrasquilla –escritor colombiano-. Si bien es cierto, él se la revisó y le dio todo su apoyo, corriendo el riesgo que lo marginaran y aislaran de su medio.

El buen Dios, que siempre estuvo de lado de Laura y como dice ella misma: “me vi en Dios y como que me arropaba”(221). En un lapso de tiempo, que debió parecerle siglos, las cosas empezaron a cambiar, pero las cicatrices del sufrimiento y dolor causado, no se podrían borrar. Los padres de familia, arrepentidos, recogen firmas, sus discípulas también. Su director, a pesar de todo entre, que si y entre; que no, de alguna manera se le manifiesta. Hasta el Dr. Alfonso Castro, autor de la horrible novela “Hija Espiritual” comentaban después sus amigos, que él decía: “Fue un sarampión de juventud, cosas de la edad. La Madre Laura fue una dignísima señora”.

Bibliografia:

–      Autobiografía de la Madre Laura de Santa Catalina. Ed. Bedout Medellín-Colombia. Enero 16 de 1971.

–      Laura Montoya: Una antorcha de Dios en las selvas de América.P. Carlos E. Mesa cmf. Ed. ICDH- Carvajal- Colombia 1999

–      La Biblia de América. La Casa de la Biblia. Ed. Verbo Divino. Salamanca-España 2011

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