Olga Lucia Álvarez Benjumea ARCWP*
¿Será posible desatar los nudos del sistema patriarcal
mesopotámico, impuesto desde hace 6.000 o 3000 años A.C.?
Según la historiadora Gerda Lerner, (austriaca-estadounidense) nos lo define como “la manifestación e
institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y niños/as de la
familia y la ampliación de ese dominio sobre las mujeres en la sociedad en
general”.
Sistema que a medida que
fue desarrollándose, fue generando muchos tentáculos dentro de la sociedad,
para sentar sus bases en la ambición y el poder. El sistema como tal ha sido
instaurado por los varones, permeando las relaciones sociales sexo-políticas,
en las instituciones ya sean públicas, religiosas y privadas, de una manera
sutil e infame, oprimiendo a las mujeres, bien sea de manera individual o
colectiva. Manipulando apropiándose de su fuerza productiva y reproductiva, de
sus cuerpos y sus productos, ya sea por medios pacíficos o haciendo uso de la
violencia.
¿Podemos desbaratar los
nudos conflictivos del sistema patriarcal? Es difícil pero no imposible.
Empezamos con el paso de los años, a ver y a sentir algunos avances, donde las
mujeres nos vamos apersonando de aquellos espacios en la toma de decisiones de
nuestra sociedad. No podemos negar el avance, en el logro de que las mujeres
hoy podemos votar, ocupar cargos públicos y privados dentro de la sociedad
civil.
De cara al sistema
patriarcal religioso, tenemos muchos nudos para desatar. Los principales nudos a desbaratar: el miedo y el
silencio.
Hemos escuchado que nos han dicho, cuando se quería
hacer una pregunta “indiscreta” la respuesta era: “doctores tiene la Santa
Madre Iglesia” y el silencio se imponía y se escuchaba…
Ahora, las preguntas se siguen haciendo igual y quedan
sin respuestas, pero quienes más atrevidos han resultado han sido los niños,
quienes no tienen ningún temor a preguntar: “ustedes por qué dicen Santa María,
madre de Dios, es que María está por encima de Dios?” y otra muy singular
rezando el credo: “quien está sentado a la izquierda”?
En el sistema patriarcal solo los varones y solo
ellos, son los que ha determinado que es lo bueno y que es lo malo. Que es lo
sagrado y que es lo profano. Que es lo espiritual y que es lo material. Que es
lo que es santo y que es pecado.
Es el sistema patriarcal causa de la división,
marginación, líos, conflictos, opresión, violencia, guerras, dolor y
sufrimiento en la humanidad.
El sistema patriarcal todo lo ha cubierto con el oloroso
incienso de los Cánones, Dogmas y Decretos, a través de su institución
Jerárquica claramente diseñada en los diferentes espacios como: laicos,
diáconos, presbíteros, obispos, arzobispos, cardenales, papa. Es clara la
división impuesta entre clérigos y laicos.
¿Dónde pueden los laicos ser Iglesia, si el laicado
esta fuera de la Iglesia institucional?
¿Cuándo podremos las mujeres ser reconocidas como
hijas de Dios creadas a su imagen y semejanza, si aún no se ha abolido el
Decreto de quien fuera el Papa Graciano de 1.140 que dice que las mujeres no
somos imagen de Dios? Contradiciendo Génesis 1:26-27.
¿Cuándo podremos las mujeres ser ordenadas si el
sistema patriarcal jerárquico no ha abolido el Canon 1024 que nos rechaza,
margina diciendo: “solo hombres bautizados pueden ser ordenados”? ¿Acaso fue un acto de mero teatro nuestro
Bautismo?
¿Acaso, son solo ellos los sagrados, los santos e
intocables? Los únicos dignos de ser imagen de Dios, con el poder de ser
mediadores y mostrar la imagen de Dios, única exclusiva hecha rostro masculino.
Sin temor alguno, nos podemos preguntar, por qué la
Buena Nueva anunciada por el Nazareno, desde su anuncio, ¿por qué aún no llega
al pueblo?
La Buena Nueva también ha sido sacralizada, la han
privatizado, la han hecho exclusiva, la han amurallado en los templos y
catedrales. La Buena Nueva surgió en las polvorientas calles de Galilea, dentro
del pueblo, con el pueblo por un hombre no consagrado, un hombre no institucionalizado.
Es hora de desatar los nudos del sistema patriarcal. Las
mujeres nos apersonamos de la Buena Nueva, la asumimos ya que nos fue entregada
sin consagración alguna, para compartirla y repartirla a nuestros hermanos.
Nos declaramos en santa desobediencia contra el
sistema patriarcal, ya nos más que todo lo que hacemos es ilegal, es contrabando,
es perverso, es herejía, es malo. Declaramos que lo sagrado es profano porque
nos margina, nos divide, nos violenta, nos maltrata y niega que somos hijas de
la Divinidad creadas a su imagen y semejanza.
*Presbitera católica romana
Marzo 12/22
Bibliografia:
El Evangelio es profano: Carlos Escudero Freire. Ed. El
Almendro 20ll.
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