El
profesor bonaerense de la Pontificia Universidad Católica de Argentina, Carlos
M. Galli, amigo y teólogo de cabecera del papa Francisco,
reconoce la posibilidad de un cisma en la Iglesia católica por la oposición de
los sectores más conservadores a los cambios que el pontífice está llevando a
cabo.
Galli participa
en el congreso internacional organizado en Barcelona por el Ateneo Universitario
Sant Pacià para analizar las aportaciones de Bergoglio en la
teología y la pastoral de la iglesia.
En
una entrevista, el teólogo cercano al papa y miembro de la Comisión Teológica
Internacional, ha reconocido que el «posible cisma» se deberá a la oposición
sobre todo de sectores conservadores europeos y de América del Norte.
Galli ha
añadido que la separación de algún sector de la Iglesia católica no le
preocupa. «Si quieren escindirse, allá ellos», ha afirmado, aunque está
convencido de que Francisco «no quiere un cisma».
La
celebración el pasado mes de octubre en Roma del Sínodo para la Amazonía ha
sido el punto de inflexión que «ha acentuado» el rechazo de los sectores más
tradicionales de la Iglesia católica a las políticas del pontífice argentino,
con quien mantiene una estrecha amistad de más de 40 años.
El
sínodo «se hizo para analizar y compensar la terrible realidad ambiental y
religiosa que se vive en el Amazonas», donde habitan más de 30 millones de
personas a las que la Iglesia católica «también debe atender», ha dicho.
El
Amazonas «es el gran corazón palpitante de la tierra y está sufriendo una gran
devastación ecológica» y pide que la Iglesia «sea su aliada», ha afirmado Galli,
que ha explicado que con este sínodo Bergoglio «pretendía
escuchar y poner en el centro de la Iglesia a una periferia».
El
sínodo contó con detractores en el seno de la Iglesia, sobre todo de los
sectores más conservadores, que consideraron que la presencia del gran símbolo
de los indígenas amazónicos en la asamblea sinodal fue una «clamorosa
profanación», hasta el punto de que propusieron volver a consagran la Basílica
de San Pedro.
Al
respecto, el teólogo ha afirmado que el papa considera que «la misión de la
Iglesia es estar con todos, también con los más olvidados».
Del
sínodo emanó un documento final de 120 puntos y uno de los más controvertidos
es la vía que se abre a que «hombres casados de probada virtud que hayan
ejercido el diaconado durante un tiempo, puedan ser ordenados sacerdotes», ha
recordado Galli.
Francisco «va
a dar cauce a esta petición para poder dar la comunión y atender a las
numerosas y dispersas comunidades cristianas del Amazonas», ha reconocido Galli.
Los
primeros cuatro siglos en la Iglesia se vivieron sin la ley del celibato, y
cuando se impuso se armó un revuelo tremendo en la Iglesia de aquella época, ha
recordado el teólogo.
Al
pontífice argentino «no le preocupa la oposición si es franca y va de frente,
lo que le molesta es la traición y la hipocresía de aquellos que
‘francisquean'», ha afirmado el teólogo.
Asimismo,
el profesor de teología ha explicado que desde hace un tiempo, sectores
económicos y políticos poderosos de Europa y América del Norte «están mostrando
fuerte oposición al papa, porque les molesta su pronunciamiento público ante
temas como la acogida de inmigrantes, la pobreza y el diálogo para la paz».
«Lo
que propugna el papa –ha destacado Carlos M. Galli— es el cuidado
de lo creado, de la casa común y del pueblo de Dios» y para ello, «está
convencido de que se deben plantear cambios en la Iglesia y acercarla más a la
gente».
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