P
A N E L
CONTRA EL CAPITALISMO
Benjamín Forcano
El sistema capitalista enajena a cuantos
nos tiene metidos
en él.Lo maldecimos pero no damos paso sin contar con él. Y entramos en el
laberinto de su omnipresencia que
nos brinda consumo, entretenimiento,
ruido , excitación y acosante planificación de todos nuestros
deseos. Y en ese envoltorio, sutil
y perverso, adormece y frustra toda alternativa
de cambio y sociedad nueva.
1.La
humanidad no puede vivvir sin la Tierra.
(Faustino
Villabrille)
2.El
capitalismo parásito del catolicismo.
(Antonio Moreno de la
Fuente)
3. Romper
Cadenas
(Guillermo Cohen Degovia)
4. Desafio Imperialista
(Joao Pedro Stedil)
1
La
Humanidad no puede vivir sin la Tierra
Querid@s amig@s colaboradores y
cooperantes en la lucha por un mundo mejor.
Grandes
incendios están quemando la Madre Tierra.
Culpable:
el sistema capitalista.
Países
más capitalistas: EE.UU., China, Rusia, Japón, Canadá, Europa, la India
Quemando
la Tierra, quemamos la Humanidad.
Quemando
la Tierra, quemamos la vida.
Cuidando
la Tierra, cuidamos la Humanidad. Cuidando la Humanidad, cuidamos la Tierra.
Cuidando la vida.
cuidamos
la Tierra. Cuidando la Tierra, cuidamos la vida.
La Tierra vivió millones de
años sin la Humanidad,
La Humanidad no puede vivir
sin la Tierra
Hoy
el clamor de los oprimidos y el clamor de la tierra van a la par, causados
ambos por los explotadores capitalistas neoliberales, con la connivencia de
muchos poderes políticos. Con la Teología de la Liberación los pobres han
pasado a ocupar el primer plano en la reflexión cristiana de muchos creyentes.
Con la profundización ecológica la Tierra ha de escalar el mismo puesto. Unos y
otra están siendo objeto de muerte por la misma causa. Es necesario y
urgente desarrollar la Teología de la Tierra. Con la Encíclica Laudato Si, el
Hermano Francisco ha dado un paso muy importante. Hoy el compromiso más grande
de todas las “religiones” debe ser el compromiso con la Tierra.
Luchar por la tierra es
luchar por los pobres, luchar por los pobres es luchar por la Tierra. Ellos y
ella están siendo empobrecidos por los mismos empobrecedores.
Incendios: Sin duda estamos todos abatidos y muy preocupados, no
solo por lo que pasa con los seres humanos más empobrecidos, con la emigración,
con los niños que llegan solos, con los que no se sabe de ellos ni a dónde van
a parar, con los muertos sin nombre y sin tumba en la gran fosa del
Mediterráneo...
Pero estos días también nos
martiriza el fuego que está abrasando a nuestra propia Casa Común, la Madre
Tierra: Más de 100 incendios forestales en el Círculo Polar Ártico del
mes de junio, provocados por temperaturas muy altas, emitieron 50 megatoneladas
de dióxido de carbono a la atmósfera, que aumentan el efecto invernadero,
subiendo así aun más las temperaturas, lo cual a su vez causa más incendios. El
más grande de todos, el de Ontario, en Canadá, cubre una extensión de 100.000
hectáreas.
Incendios en la Amazonia
(Foto La Nasa)
76.620 incendios este año
Según informa Greenpeace.,
desde el principio del año en Rusia se han quemado 13,4 millones de
hectáreas. Quemar bosques es quemar millónes de seres vivos.
Ahora tenemos en la Amazonia
ardiendo, el mayor pulmón del planeta. Es la mayor floresta tropical del
mundo y representa algo más de la mitad del bosque húmedo que existe en el
planeta. Es el 5 % de la superficie total de la tierra, con 5,5 millones de
kilómetros cuadrados. Alberga el 20 % del agua dulce del planeta. Según el
informe del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), la
institución encargada de medir estos fuegos, en lo que va de año, Brasil ha
sufrido 76.620 incendios y la mayoría de ellos ha sido en la Amazonia. La
diferencia con 2018 es de un 40% más, y solo desde el miércoles pasado ya se
han registrado 9.500 nuevos fuegos en toda la región.
Deforestación:
Alcoa, empresa estadounidense, la tercera más grande
productora de aluminio en el mundo.Según
el INPE, que rastrea la tala de la selva tropical, alrededor de 2.254 km2 de
árboles de la selva amazónica fueron cortados en este julio pasado, un aumento
del 278% respecto al año anterior; el presidente del INPE fue destituido
por el ultraderechista, presidente de Brasil, Jair Bolsonario por dar a conocer
este dato.
Explotaciones mineras e
hidráulicas:
En una parte de la selva
amazónica de 100.000 Km2 se encuentra una de las mayores concentraciones de
metales del mundo. A la cabeza de los mayores inversores aquí, se sitúa EE.UU.,
seguido de Japón, Alemania, Inglaterra e Italia. Unos 21 millones de Has.
fueron puestas a disposición de empresarios extranjeros. Dos hidroeléctricas
inundaron 4790 Km2.
El Complejo Minero de Minas
Gerais en Brasil
Supuso una tragedia
medioambiental gigantesca:
A las 16:20 del día 5 de
noviembre del año 2015 reventó un estanque de residuos en el estado de Minas
Gerais, que contenía 50 millones de metros cúbitos de residuos: este colapso ha
sido considerado en su día como el desastre ambiental más grande de la historia
del Brasil.
Proyecto minero del Gran
Carajás en Brasil:
En el proyecto minero del
Gran Carajás instalaron los gringos la mayor productora mundial de
aluminio, otra los japoneses, otra los canadienses, etc. para lo que
deforestaron 1,5 millones de Has. y atascaron los ríos de escombros.
Allí se instalaron también
otras muchas industrias para lo cual deforestaron grandes territorios a base de
Tordon 155-Br y Tordon 101-Br, lanzados desde aviones, con lo que contaminaron
tierras, ríos, e incluso mataron personas, especialmente indios.
Emisión de Gases: Los incendios actuales están aumentando en cantidades
ingentes la emisión de gases de efecto invernadero, que, además de los
tradicionales de las industrias, están acelerando vertiginosamente el efecto
invernadero.
La emisión de Gases de efecto
invernadero alcanzó máximos históricos en 2017, según informe elaborado
por más de 450 científicos de más de 60 países, cuando el presidente de EE.UU.,
Donald Trump, se retiró del acuerdo sobre el clima de París y negó el cambio
climático, diciendo que era “cosa de chinos”. Los 5 países más contaminantes
del mundo son: China 30 %, EE.UU. 15 %, India 7 %, Rusia 5% y Japón 4%.
Importancia de la Amazonia: La Amazonia neutraliza una quinta parte del CO2
generado a nivel mundial, produce una quinta parte del oxígeno en todo el
planeta y su río, el Amazonas, uno de los más importantes del mundo, aporta
una quinta parte del agua dulce que hay en la Tierra. La región atesora casi el
20 % de las reservas de agua dulce del planeta, un recurso que, según la ONU,
puede ser motivo de «guerras» durante el Siglo XXI. Para la Unesco, el planeta
puede tener un déficit de agua del 40 % en 2030 si no cambia el actual modelo
de consumo y preservación.
Pero aun no se tiene conciencia
de la absoluta necesidad que tenemos cuidar los bosques y las selvas del
planeta, empezando por el Presidente de Brasil, Bolsonaro, que llegó al poder
con un discurso claramente contrario a la protección ambiental del Amazonas.
Debemos apoyar todos los
movimientos que luchan por defender la Tierra y en concreto la Amazonia, como
es VIA CAMPESINA, EL MOVIMIENTO DE TRABAJADORES SIN TIERRA, etc.
“El 17 de abril se conmemora el
Día Internacional de la Lucha Campesina en memoria y homenaje a las campesinas
y los campesinos que han ofrendado su vida por un mundo mejor, porque en esa
misma fecha de 1996, en el Dorado dos Carajás, Brasil, fueron asesinados 19
campesinos organizados en el MST (Movimiento de los Trabajadores sin Tierra), por
la Reforma Agraria y la Soberanía Alimentaria, en la defensa y cuidado de la
naturaleza, de las semillas, del agua, de alimentos sanos y suficientes para
toda la humanidad, frente a un capitalismo financiero ávido de privatizar y
mercantilizar la tierra, la agricultura y la naturaleza a favor de sí mismo, y
en detrimento del resto de la Humanidad.
¿Quiénes son los culpables?
Evidentemente
el sistema capitalista y los países capitalistas como EE.UU., China, Rusia,
Japón, Canadá, Europa, la India, con sus multinacionales.
Sus
dirigentes políticos parece que se dan cuenta del problema, pero siguen fieles
al sistema. A ver qué deciden hoy en Biarritz.
Quemando la Tierra quemamos
la Humanidad. Quemando la Tierra quemamos la vida. Defender la Tierra es
defender la Humanidad, defender la Humanidad es defender la Tierra. Defender la
tierra es defender la vida.
Un cordial abrazo a
tod@s.-Faustino
fautino.vilabrille@gmail.com
2
El
capitalismo
parásito
del catolicismo
Antonio
Moreno de la Fuente

A mi maestro y
amigo Reyes Mate
Tenemos
hoy la convicción de que estamos en un profunda “crisis global”, que afecta a
lo económico, a la cultura, a lo político, a lo ecológico y a lo religioso. En
lo religioso se aprecia, ante todo, una crisis general por la pérdida de
credibilidad de todas las religiones, en sus doctrinas y mitos, en sus
prácticas rituales, en la vida de sus dirigentes. La crítica a la Religión como
opio del pueblo, de Karl Marx, es la más conocida, al referirse a
cualquier clase de religión, pero que incluye también al Cristianismo. Sin
embargo, es poco conocida la crítica que realiza Walter Benjamin y que se
dirige directamente al corazón mismo del Cristianismo, en un texto
titulado: El capitalismo como religión (1) que, últimamente, está
siendo dado muy comentado entre nosotros (2).
Dicho texto de Walter Benjamin nos
permite confrontar hoy su intuición teológica- política con nuestro
presente, al interrogarnos sobre el futuro del capitalismo y del
cristianismo. El proyecto revolucionario de futuro que Benjamin presenta
siempre en sus escritos, a pesar de que el triunfo del nazismo y fascismo
parecía negárselo a él en sus últimos días (3), nos interroga también
hoy a nosotros (Grabriella Giudici). ¿Hay futuro para el capitalismo y el
cristianismo o ambos desaparecerán o se metamorfosearán en otros sistemas y
religiones?
1. Sobre el capitalismo, Benjamin
escribirá posteriormente sus Tesis sobre la Historia, en este texto anterior
anuncia que para el Cristianismo no hay futuro, pues ha sido engullido o
parasitado por el capitalismo, por lo que, la historia del cristianismo es
esencialmente la historia de su parásito, el Así dice Benjamin: “El
capitalismo se desarrolló en Occidente como un parásito en el cristianismo
–como se evidenciará no sólo en el Calvinismo sino también de otras corrientes
ortodoxas del cristianismo– de tal manera que, al final, la historia del
cristianismo es esencialmente la historia de su parásito, el capitalismo” (4)1.
Parásito, según el Diccionario de la RAE, es el
organismo animal o vegetal que vive a costa de otro de distinta especie.
Ateniéndose a ello, Benjamin denuncia la transformación y la sustitución del
cristianismo por la praxis capitalista. Es decir, el capitalismo es el sistema
que se ha introducido dentro del cristianismo, no solo viviendo a su costa,
sino chupando y suplantando totalmente su esencia, de modo que del cristianismo
solo queda la apariencia, la cáscara, pues su realidad y su historia es la del
capitalismo, en quien se ha transformado. Y esto lo afirma Benjamin, no solo
del cristianismo calvinista, sino también de otras manifestaciones cristianas
como podría ser el Catolicismo, de ahí el título del artículo.
En su
exposición, Benjamin parte de la obra de Max Weber: La ética
protestante y el espíritu del capitalismo (5). Según Weber, para el
calvinismo el éxito económico de las personas es una señal de
elección y salvación. De aquí que la laboriosidad o el ejercicio constante en
la profesión humana y la organización racional del trabajo, que busca la
producción y acumulación de riquezas, es señal de predestinación y amor de
Dios. En contraposición, los pobres están condenados por no responder a esos
designios de Dios de trabajar, de producir riqueza, estando, por consiguiente,
excluidos también de la sociedad. Según Weber este es “el espíritu del
capitalismo”, que nace con el calvinismo. Capitalismo que tiene resonancias de
lo que ya había dicho Marx en El Capital, El modo de
producción capitalista, es decir, el racionalismo económico del trabajo
productivo y del comercio capitalista produce ciertamente riqueza, pero solo
para la burguesía capitalista a costa de explotar o extraer la plusvalía del
proletario. Esta es la asimetría sustancial que se da en el capitalismo en
cuanto a la distribución de los bienes. El burgués capitalista sigue siendo
rico y el trabajador proletario es cada vez más pobre, porque la
plusvalía no se reparte, se la queda y la roba el burgués. Que el
sistema económico capitalista nace con el calvinismo, lo reconoce Walter
Benjamin, pero él da un paso mas y afirma: “El Cristianismo del
tiempo de la Reforma, no (solo) propició el ascenso del capitalismo, sino que
se transformó en capitalismo”. ¿Cómo pudo ocurrir esto?
2. Según Benjamin, porque el capitalismo se ha
transformado en una religión. “Hay que entender al capitalismo
como una religión (dice). Es decir, el capitalismo
sirve esencialmente a la satisfacción de los mismos cuidados, tormentos y
desasosiegos a los que antaño solían dar una respuesta las llamadas religiones”. Según
los comentaristas, el capitalismo viene considerado como una forma religiosa
puramente cultual, sin doctrina revelada por un ente trascendente, sin Y es un
culto permanente, sin descanso, sin fiestas de guardar, que no tiene por objeto
la expiación, reconciliación o el perdón (El capitalismo es,
presumiblemente, el primer caso de un culto que no expía la culpa, sino que la
engendra) sino, al contrario, sus fieles se encontrarán siempre en
deuda y culpables (6). Y dado que “la trascendencia
de Dios ha caído. Pero no está muerto, está incluido en el destino
humano”, es decir, al quedar la trascendencia desplazada y
circunscrita a solo el horizonte humano, sus adoradores no recibirán jamás la
gracia del perdón, sino que, en una espiral infinita, se encontrarán siempre
endeudados y culpables, desesperados en su absoluta soledad (Grabriella
Giudici). Benjamin apostilla finalmente: “Allí reside lo
históricamente inaudito del capitalismo: en que la religión ya no es la reforma
del ser, sino su destrucción”. El capitalismo reemplaza el
ser por el tener; las cualidades humanas por la suma de
partidas mercantiles, las relaciones humanas por relaciones monetarias, los
valores culturales o morales por el dinero, que es el único valor que cuenta
(M.Löwy, 58). Pues bien, el cristianismo, según Walter
Benjamin, ha asumido totalmente este tipo de religión capitalista, no solo el
calvinismo, que fue su precursor, sino también las otras confesiones ortodoxas
cristianas, como el catolicismo, de modo que en Occidente el
capitalismo se ha hecho parásito del cristianismo. ¿Es esto así?
3. Es cierto que, según la doctrina social de la Iglesia
católica, en el catolicismo hubo siempre una “afinidad negativa” respecto al
capitalismo, como lo prueba “el ascetismo del cristianismo primitivo y
todos los aspectos relativamente cristianos de la ideología económica del
catolicismo medieval”, según le gustaba decir a Ernst Bloch, a quien Walter
Benajmin conocía y seguía. Sin embargo, Walter Benjamin no opina lo mismo en
este aspecto que su Las prácticas ascéticas de los monjes primitivos no
constituyen una salida real, porque no cuestionan la dominación de la religión
capitalista, lo mismo cabe decir de los aspectos económicos del catolicismo
medieval, como la lucha contra la usura, pues el catolicismo terminó por
admitir los prestamos con interés (Löwy, 56, 64). Igual ocurre con la sociedad
moderna y liberal. La doctrina de la Iglesia condenó sus principios liberales
en el Syllabus (1864), pero no se opone realmente al
orden social y económico de la sociedad burguesa, como aparece en la Rerum
Novarum (1891) y demás Encíclicas. Sí se condenó, en cambio, el
Comunismo ateo en la Divini Redemptoris (19 marzo
1937), por Pio XI. Con lo que, se puede afirmar lo que el teólogo de Sri Lanka,
Tissa Balasuriya, dice del cristianismo occidental: “El cristianismo occidental
ha perdido el barniz protector de no poder ya más ocultar su verdadera
estructura religiosa y, tal vez, la verdadera raíz de la divinidad que
Occidente venera -el dios del dinero y de la guerra” (7).
Esto
mismo ya lo había dicho Gustavo Gutiérrez (8) de la Iglesia de
Latinoamérica. Pero mucho más lo podemos decir de nuestro país, en donde esta
ha sido también una práctica constante de la institución de la Iglesia
católica, el estar siempre al lado y sosteniendo a las clases conservadoras
dominantes, muy especialmente durante la dictadura franquista, según lo
documenta detalladamente William J. Callahan en su obra “La Iglesia
católica en España” (9) y
Francisco Espinosa y José M.ª Garcia (10). Recientemente,
sin embargo, dos hechos pueden probarnos el parasitismo del capitalismo en la
práctica del catolicismo. El primero, es el modo de proceder abusivo del
obispo de Cádiz, monseñor Rafael
Zornoza Boy, denunciado por más de un centenar de laicos y clérigos y
puesto en conocimiento de la Santa Sede. Los despidos del obispado, el
desahucio de un matrimonio de 70 años, el cierre de un centro para atención
de emigrantes y otros actos del Sr. Obispo y su ecónomo, lo enjuicia
certeramente un amigo, miembro de esa plataforma: “Con
ello se demuestra que su gestión se basa en la
rentabilidad económica, muy alejada de los principios evangélicos y en el
apoyo fraterno a las personas y familias en situación de
vulnerabilidad. Para el Sr. Obispo es muy fácil jugar a empresario utilizando
dinero de la diócesis, recibido de distintas fuentes, y que debe ser
administrado de acuerdo a las necesidades reales, prestando especial atención
a los más débiles
(personas sin hogar,
desahuciados, desempleados, emigrantes, familias en extrema
pobreza…). Oculta, con su práctica y dialéctica, lo que
significa la Buena Noticia de liberación y salvación para el ser humano”.
La subordinación de los valores evangélicos de fraternidad y apoyo a las
personas más vulnerables a la rentabilidad económica, es un caso patente de
parasitismo del capitalismo en la práctica de este obispo de Cádiz, aunque
sea de un obispo particular y sintomático y no generalizado.
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El
segundo caso de parasitismo capitalista, ya general de toda la Conferencia episcopal,
es el escándalo de las inmatriculaciones realizadas
por la jerarquía de la Iglesia católica que, en base al artículo 206 de la Ley
Hipotecaria franquista de 1946 y del art. 304 del Reglamento Hipotecario de
1947, registró a su nombre innumerables bienes inmuebles: viviendas, plazas,
huertos, garajes y hasta frontones que, obviamente, no sirven a los fines
religiosos, sino para uso puramente lucrativo. Posteriormente, por la reforma de la Ley Hipotecaria realizada por el
Gobierno de José María Aznar en 1998 ,
permitió a la Iglesia católica inscribir lugares de culto que no estaban
registradas hasta entonces, un total de 4.500 propiedades, entre ellas la
mezquita de Córdoba, la Seo de Zaragoza, la Catedral de Sevilla, con sus
“dependencias anexas”: la Giralda y el Patio de los Naranjos, etc.. Según Europa laica, la jerarquía de la
Iglesia católica poseería unos 60.000 edificios aproximadamente (11), Según
esto, se puede considerar a la jerarquía de la Iglesia católica, como la mayor
empresa inmobiliaria de España o como una Sociedad Anónima, según titula su
libro Ángel Munárriz y que, además, goza del privilegio de no pagar impuestos.
Esta acumulación de bienes o voraz codicia, alser una práctica generalizada de
la jerarquía de la Iglesia española (12),es una prueba más del
parasitismo del capitalismo en la Iglesia católica institucional, al haber
elegido al dios Mammon, en vez de los valores evangélicos.
Finalmente, podríamos preguntarnos:
En el proyecto revolucionario de futuro que Benjamin presenta siempre en sus
escritos ¿señala alguna salida posible a la Religión de “la jaula de hierro”
del capitalismo? Lo trataremos de ver en el próximo artículo
NOTAS:
NOTAS:
1. Existen diversas
traducciones de este texto al español. Entre ellas señalamos: BENJAMIN,
Walter. El Capitalismo como religión. Traducción, notas y
comentario por Enrique Faffani y Juan Antonio Disponible en: http://ceiphistorica.com/wp-content/uploads/2016/05/Benjamin-Walter-El-capitalismo- como-religi%C3%B3n.pdf . La Traducción de Omar
Rosas (2008),disponible en: http://fundp.academia.edu/OmarVRosas/Papers/538833/El_capitalismo_como_religion_Walter_Benjamin. Y también otra del
Viejo Topo, del 26 septiembre 2017, Disponible en: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/el-capitalismo-como-religion/. (Consulta 10-06-2019)
2. Según creo, fue Reyes
Mate el primero que nos dio a conocer a Walter Benjamin, en MATE RUPÉREZ, Medianoche
en la historia: Comentario a las tesis de Walter Benjamin “Sobre el concepto de
historia”. Madrid: Trotta, 2006. Últimamente se han publicado dos
libros sobre el texto de Benjamín. El primero en: Karl Marx. Sobre
la religión. De la alienación al fetichismo de la mercancía. Edición y estudio
introductorio de Reyes Mate y José Antonio Zamora. Madrid: Trotta,
2018, pp.65-85. El segundo por LÖWY, Michael. Cristianismo de
liberación: Perspectivas marxistas y ecosocialistas. Tr. De Juan
Vivanco y otros. Vilasar de Dalt (Barcelona): El Viejo Topo, 2019, cap. 3. Capitalismo
como religión. Walter Benjamin y Max Weber. Existe también un
interesante comentario en italiano de GIUDICI, Gabriella. Eleonora
de Conciliis, Walter Benjamin. Capitalismo e religione. Disponible
en: https://gabriellagiudici.it/eleonora-de-conciliis-walter-benjamin-capitalismo-e-religione/ (Consulta 10-06- 2019).
3. Walter Benjamin, en su
intento de huir de los nazis que le perseguían, se suicidó en PortBou (Girona)
el 26 de septiembre de 1940,
4. Seguimos la traducción hecha
por Enrique Faffani y Juan Antonio Ennis, referenciada en la nota 1ª.
5. WEBER, La ética
protestante y el espíritu del capitalismo. Tr.de
Luis Legaz. Madrid: Reus, 2009. La dependencia de Max Weber la expone
claramente LÖWY, Michael. Ob. Cit., p. 50.
6. Walter Benjamin utiliza
la palabra alemana Schuld, que significa, al mismo
tiempo, “deuda” y “culpa” y que, el mismo Benjamin comenta: “obsérvese la
demoníaca ambigüedad de este concepto”
7. BALASURIYA, “Las
religiones, en especial cristianismo, ante el futuro”. En Concilium, nº.319,
febrero 2007, p. 25
8. GUTIÉRREZ, Teologia de
la Liberación: Perspectivas. 16 ed. Salamanca: Sígueme, 1999,
pp.304-305: ”La protección que recibe de la clase social usufructuaria y
defensora de la sociedad capitalista imperante en Latinoamérica ha
hecho de la Iglesia institucional una pieza del sistema y del mensaje cristiano
un componente de la ideología dominante”.
9. CALLAHAN, William La Iglesia católica en España (1875-2002).
Tr. de Jordi Beltrán. Barcelona: Crítica, 2002.
10. ESPINOSA MAESTRE,
Francisco, GARCÍA MARQUEZ, José ª. Por la
religión y por la patria: La Iglesia y el golpe militar de julio de 1936.
Edición digital Titivillus, 2014.
11. MUNÁRRIZ, Ángel. S.A. Dinero y
poder de la multinacional vaticana en España. 2ª ed. Madrid: Akal,
2019, p.74, detalla, entre ellos, los siguientes datos: 23.019 parroquias, 812
monasterios, 2.591 colegios, 3168 bienes de interés cultural, 69 hospitales, 54
ambulatorios, 792 casas de ancianos, 247 guarderías…
12. Proceder muy distinto de
la Conferencia episcopal italiana, que llegó a un acuerdo con el Vaticano en
2012.
3
Romper
cadenas
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▲ Durante una protesta de la ultraderecha que se llevó a cabo el fin de
semana en un parque de Portland, Oregon, los asistentes hacen una señal
de Ok, gesto que al parecer tiene connotaciones con la supremacía
blanca.Foto Afp
Este
mes marca el aniversario 400 del inicio de la migración forzada a Estados
Unidos, cuando en agosto de 1619 un buque apareció frente las costas de
Virginia con más de 20 esclavos africanos originarios de Angola. Estos primeros
esclavos fueron aparentemente robados por piratas de un barco español que iba
rumbo a México y que los había recibido, a su vez, de los portugueses, imperios
que lucraron no sólo con los recursos naturales de otros países, sino también
con el gran negocio de secuestros y compraventa de seres humanos.
Eran
los primeros de los 400 mil a 600 mil esclavos transportados de África a
Estados Unidos, alrededor de 5 por ciento del total de aproximadamente 12
millones de esclavos originarios de África que fueron comercializados por los
europeos en la migración masiva forzada más grande de la historia hasta la
Segunda Guerra Mundial.
Para
1860, justo al estallar la Guerra Civil (que entre otras cosas llevó a la
abolición de la esclavitud después de casi 250 años), la población esclava
estadunidense era de casi 4 millones, 13 por ciento de la población total. Esta
historia, esta migración forzada, en cadenas, fue parte integral de la creación
de este país que desde sus inicios se ha proclamado como el faro mundial de la
libertad.
Sí,
todos nuestros ancestros llegaron en barco a este país, pero algunos arribaron
por su propia voluntad en las cubiertas de los barcos; otros,
involuntariamente, encadenados en las bodegas de carga debajo, solía recordar
el reverendo Jesse Jackson sobre los orígenes de Estados Unidos.
Fue
la mano de obra esclava la que generó gran parte de la riqueza de las 13
colonias y que sentó las bases económicas del país que surgió oficialmente con
la Declaración de Independencia de 1776. Por ello, algunos historiadores
afirman que la fecha de nacimiento real de este país es 1619, cuando apareció
ese barco con los primeros esclavos que fueron vendidos a los colonialistas
ingleses.
Los
orígenes de este país se construyen sobre el robo y genocidio contra los
indígenas de estas tierras, y por la mano de obra de esclavos africanos. Por lo
tanto, algunos historiadores recuerdan una y otra vez que el cuento de un país
basado en los conceptos nobles escritos en su Declaración de Independencia
(redactada por Thomas Jefferson, dueño de esclavos) y poco después en su
Constitución, proclamando una nación basada en la libertad, la igualdad ante la
ley, y la libre determinación de sus habitantes es en parte mentira. Ocho de
los primeros 12 presidentes de esta república eran dueños de esclavos.
Hoy
día, 400 años después, los afroestadunidenses (en gran parte descendientes de
los esclavos) son 13 por ciento de la población, y por múltiples indicadores
socioeconómicos, aún los más oprimidos de estas tierras. Los hogares
afroestadunidenses tienen 10 centavos en riqueza por cada dólar en hogares
blancos; el ingreso medio de los blancos es 10 veces más que el de los negros
(Pew Research). Hoy día hay más afroestadunidenses encarcelados o bajo algún
tipo de supervisión judicial en Estados Unidos, que esclavos en 1850 (Prof. Michelle
Alexander, autora de The New Jim Crow). Los hombres
afroestadunidenses corren mucho mayor riesgo de ser asesinados por la policía
que los varones blancos (Academias Nacionales de Ciencias). Son las luchas de resistencia y
liberación que iniciaron tambien hace cuatro siglos –las de los indígenas, los
afroestadunidenses, las mujeres y subsecuentes olas de inmigrantes– las que han
exigido que este país, el cual han construido, cumpla con sus promesas de
libertad y democracia. Por eso mismo, no se puede reducir a Estados Unidos a un
país de gringos; no todos comparten el mismo origen, la misma experiencia
y ni la misma cultura. Toni Morrison, la
gran escritora afroestadunidense premio Nobel, quien falleció el 5 de agosto,
escribió en The New Yorker poco despues de las elección de
2016 que parte del voto por Trump fue no tanto por ira, sino por estar
aterrorizados de que están perdiendo su privilegio blanco.No
hay manera de entender el presente estadunidense sin tomar en cuenta este conflicto
histórico y las luchas por romper cadenas, algo tan antiguo como este país.
- “deuda” y “culpa” y que, el mismo
Benjamin comenta: “obsérvese la demoníaca ambigüedad de este concepto”
2. BALASURIYA, “Las
religiones, en especial cristianismo, ante el futuro”. En Concilium, nº.319, febrero
2007, p. 25
3. GUTIÉRREZ, Teologia de la Liberación: Perspectivas. 16
ed. Salamanca: Sígueme, 1999, pp.304-305: ”La protección que recibe de la clase
social usufructuaria y defensora de la sociedad capitalista imperante en
Latinoamérica ha hecho de la Iglesia institucional una pieza del
sistema y del mensaje cristiano un componente de la ideología dominante”.
4. CALLAHAN, William La Iglesia católica en España (1875-2002).
Tr. de Jordi Beltrán. Barcelona: Crítica, 2002.
5. ESPINOSA MAESTRE,
Francisco, GARCÍA MARQUEZ, José ª. Por la
religión y por la patria: La Iglesia y el golpe militar de julio de 1936.
Edición digital Titivillus, 2014.
6. MUNÁRRIZ, Ángel. S.A. Dinero y poder de la multinacional
vaticana en España. 2ª ed. Madrid: Akal, 2019, p.74, detalla, entre
ellos, los siguientes datos: 23.019 parroquias, 812 monasterios, 2.591
colegios, 3168 bienes de interés cultural, 69 hospitales, 54 ambulatorios, 792
casas de ancianos, 247 guarderías…
7. Proceder muy distinto de
la Conferencia episcopal italiana, que llegó a un acuerdo con el Vaticano en
2012.
4
Desafío imperialista
Joao Pedro Stédil
Desafíos
contemporáneos para la clase obrera y el campesinado en Brasil
Crisis capitalista de
la organización de la producción y la sociedad
Estamos viviendo un momento muy complejo
de realidad global e historia humana. En la última década, se han
desarrollado varias crisis profundas que afectan la vida de cada persona, así
como la supervivencia misma de nuestro planeta.
Primero, hay una crisis económica que no
solo es cíclica o sectorial, sino que se caracteriza por cuestionar la esencia
del modo de producción capitalista, ahora hegemonizado por el capital
financiero y las grandes corporaciones internacionales que controlan la
producción y el mercado global. Esto no es solo una crisis de acumulación
o producción de riqueza. Es una crisis que revela que la forma actual de
organizar la producción ya no puede garantizar el trabajo, los ingresos y la
producción de bienes para satisfacer las necesidades de toda la población
mundial. Su esencia es solo crear ganancias, lo que se cumple en la esfera
del capital financiero. Por lo tanto, el capitalismo ya no es progresivo y
ya no representa una solución para la gran mayoría de la humanidad. Los
capitalistas no pueden encontrar soluciones que continúen la acumulación y
producción de riqueza mientras satisfacen las necesidades de la población
mundial. Millones de seres humanos, trabajadores y productores de bienes
fueron marginados en este sistema de producción. No pueden encontrar
trabajo, trabajo, ingresos o formas de sobrevivir.
Segundo, hay una crisis en la naturaleza
del estado burgués. El capitalismo industrial, con su revolución burguesa
del siglo XVIII, creó la república, las tres potencias y la garantía de que
todos los ciudadanos serían iguales ante la ley, incluido que el estado
garantizaría a todos los mismos derechos a los servicios públicos (salud,
educación , transporte, etc.), así como el derecho a luchar por el poder
político. Este modelo ha fallado. El capital financiero manipula las
leyes y los gobiernos a través de otros mecanismos, principalmente el poder
judicial, no democrático o republicano en absoluto. Mediante la
manipulación de los medios de comunicación de masas, el capital financiero ha
creado un nuevo estado: el estado de excepción. Asegura la acumulación de
capital mediante el cobro de impuestos colectivos a través del estado o los
consumidores, privatiza los bienes producidos por la naturaleza,
La consecuencia de todo esto es que la
gente ya no cree en los políticos o en la democracia formal. Las
elecciones no garantizan efectivamente que las personas puedan ejercer su
voluntad. Esto ha estado sucediendo en todo el mundo y, aquí en Brasil,
hubo dos golpes parlamentarios contra el Partido de los Trabajadores (PT) y en
favor de los bancos y las corporaciones. Dilma Rousseff fue acusada en
2016 y se le impidió a Luiz Inácio Lula da Silva postularse para presidente,
secuestrada y encarcelada. Estamos experimentando una grave crisis social en la
que el estado y el modo de producción capitalista ya no garantizan el progreso
social o el pozo. -siendo de la mayoría de la población. Las tasas de
desempleo, hambre, violencia, feminicidio, ataques a los derechos históricos y
la desesperación de los jóvenes empobrecidos han aumentado en todo el mundo y
también en Brasil.
Tercero, hay una creciente crisis
ambiental. El capital, en su deseo de volver a la acumulación rápida, sabe
que la apropiación privada de bienes de la naturaleza, que debería estar al
servicio de todos, constituye una fuente extraordinaria de ingresos para las
empresas que buscan aumentar la tasa de acumulación.
Los bienes producidos por la naturaleza,
como no son fruto del trabajo humano, no tienen un valor económico inherente. Sin
embargo, pueden privatizarse y venderse a precios fantásticos, asegurando
ganancias extraordinarias para los capitalistas. En las industrias de
producción de automóviles o teléfonos móviles, que son las puntas de lanza del
capitalismo industrial, la tasa de ganancia anual promedio es del 13 por
ciento. Sin embargo, quien logre apropiarse del petróleo puede obtener una
ganancia del 200 por ciento; el agua, como otro ejemplo, puede tener
ganancias que alcanzan el 700 por ciento; La energía eléctrica de fuentes
naturales, como la hidroeléctrica y la eólica, produce ganancias de hasta el
300 por ciento, y así sucesivamente para la minería y otros productos que
provienen directamente de la naturaleza.
El capital está asaltando la
naturaleza. Y las últimas reservas del planeta se encuentran
principalmente en la periferia del sistema, especialmente en el hemisferio sur:
América Latina y África. Desde el cambio climático hasta la contaminación
del agua y la disminución de las lluvias en varias regiones, la consecuencia de
esta privatización extrema de la riqueza natural es la explotación ilimitada de
estos países. Ha provocado crímenes ambientales de todo tipo contra sus
poblaciones, como los desastres de las represas brasileñas en Mariana y
Brumadinho, y la contaminación del agua por desechos metálicos tóxicos en
Barcarena.
Cuarto, hay una crisis en los valores que
guían el comportamiento en la sociedad. Muchos filósofos, sociólogos y
teólogos han reflexionado y analizado la llamada crisis de civilización en la que
estamos involucrados, provocada por una campaña ideológica permanente a través
de nuestros medios de comunicación y sus aparatos culturales burgueses que
constantemente defienden valores sociales falsos, como el consumismo. , egoísmo
e individualismo. Estas concepciones son profundamente
antisociales. Ninguna sociedad en la civilización humana ha progresado a
través del individualismo o el progreso individual. Muy al contrario: los
valores históricos de la humanidad son la solidaridad, la justicia social y la
búsqueda incesante de la igualdad para todas las personas. No hay
distinción biológica o racial entre los seres humanos. Solo hay
diferencias culturales, diferencias en percepciones y experiencias,
Quinto, hay una crisis relacionada con la
clase trabajadora y su proyecto emancipatorio. Los trabajadores siempre
han luchado contra la explotación, la humillación y todo tipo de injusticias
sociales. Y en su imagen del socialismo, han promovido constantemente el
ideal de una sociedad poscapitalista o anticapitalista. Sin embargo, los
partidos de izquierda han sufrido recientemente derrotas tanto ideológicas como
políticas y no han podido mantener la hegemonía de las ideas revolucionarias,
poscapitalistas y emancipadoras dentro de la clase trabajadora.
Ante un escenario de crisis tan complejo,
y sin conocer las salidas necesarias, es vital reflexionar y debatir sobre el
futuro de la clase trabajadora en el mundo y en Brasil.
Hablar y pensar en la revolución social
significa pensar en cambios estructurales en nuestra sociedad, economía, el
régimen político del estado, las clases sociales y los valores. Y su
construcción depende esencialmente de una nueva hegemonía de la clase
trabajadora, la mayoría de la sociedad que está enajenada y lucha solo por la supervivencia.
De lo que podemos estar seguros es de que
la forma capitalista de organizar la sociedad ya no es el futuro, es solo el
pasado. Pero el futuro emancipador de las personas, una sociedad
igualitaria y justa, dependerá no de los deseos o convicciones, sino de la
resistencia social y las luchas, así como del tiempo que las masas tomarán para
luchar por una nueva sociedad.
La situación en Brasil
El capitalismo está globalizado, con
quinientas corporaciones y bancos que controlan la economía mundial. El poder
político y las clases dominantes ahora se internacionalizan. Esto
significa que los problemas del pueblo brasileño y su camino a seguir están
vinculados con el sistema mundial y las fuerzas políticas internacionales.
La lucha de clases se ha desarrollado en
el contexto de una profunda crisis de capital, intensificando la dinámica en
juego. La geopolítica apunta a la ampliación de la desigualdad, los
conflictos, la expropiación y la creciente barbarización de las relaciones
humanas. El actual gobierno brasileño es el resultado de un golpe de
estado que manipuló las intenciones electorales del pueblo y representa una
nueva fase en el plan imperial de Estados Unidos para Brasil y toda América
Latina. El programa de
capitalestá vigente, dando continuidad a las medidas tomadas por el
gobierno ilegítimo de Michel Temer, pero esta vez, con la legitimidad de las
urnas. El plan para revertir los derechos (a través de reformas laborales
neoliberales, reformas de pensiones, etc.), eliminar la soberanía de las personas,
privatizar todo y restringir aún más la libertad de expresión y organización
tiende a ser cada vez más agresivo en su ritmo y escala.
El golpe electoral resultó en un gobierno
sin base social en la mayoría de la sociedad brasileña. No tiene un
proyecto para la mayoría o para la nación. Es solo un proyecto de capital
internacional, dominado por bancos y corporaciones globales. Esto ha
llevado a un gobierno compuesto por muchos núcleos de poder que, a pesar de las
contradicciones internas, permanecen de acuerdo como una unidad con respecto al
proyecto de capital.
El núcleo económico
Los intereses económicos centralizados son
el núcleo duro del gobierno: sus miembros son banqueros y trabajadores
financieros, llamados chicos de
Chicago.debido a su tiempo como estudiantes en la escuela de economía de
Chicago. Los chicos de Chicago actuaron por primera vez en un gobierno
sudamericano y se ganaron su apodo durante la dictadura de Pinochet en
Chile. El núcleo de su política extremadamente neoliberal es el llamado
mercado libre y la creencia de que el gobierno debe interferir lo menos
posible, con la excepción del uso de fondos para mantener baja la
inflación. Esto incluye mantener al Banco Central de Brasil autónomo, para
permitir que el mercado y la "libre competencia" de las corporaciones
ajusten la economía de manera independiente. Es por eso que defienden la
apertura total del comercio (sin proteger las industrias nacionales, por
ejemplo), la privatización de prácticamente todas las áreas de la sociedad, los
cupones en lugar de la educación pública y los esquemas de ahorro personal en
lugar de las pensiones. Este paquete de propuestas y medidas fue promovido
durante la dictadura chilena y ahora se está impulsando. Precisamente
porque es antipopular y antinacional, solo puede ser implementado por un
gobierno autoritario. Ideológicamente, los muchachos de Chicago no creen y
están en contra de la idea de igualdad.
El núcleo del poder judicial
El golpe y la propuesta neoliberal de un
estado de excepción también tienen sus expresiones judiciales. En este
caso, están representados por jueces y ministros de la Fiscalía, capacitados en
doctrinas alemanas y leyes estadounidenses, que recibieron apoyo extranjero,
principalmente imperial estadounidense, comenzando con las victorias
electorales de los gobiernos progresistas en América Latina. Sus
conexiones con el Departamento de Justicia de EE. UU. Y los servicios de
inteligencia de América del Norte son públicas, expuestas, por ejemplo, por la
visita del presidente Jair Bolsonaro y el ministro de Justicia y Seguridad
Pública, Sérgio Moro, a la sede de la CIA y el FBI durante su primer viaje a
los Estados Unidos desde asumiendo poder.
Estos jueces y fiscales son operadores de
un estado permanente de excepción ,
ya que, ideológicamente, tampoco creen en la idea de igualdad. Como tal,
existe una ley formal que puede aplicarse a los llamados buenos ciudadanos y
una ley de excepción basada no en la constitución, sino en la opinión del
operador de la ley. Este operador puede considerar cuándo el acusado en
cuestión debe ser tratado como un enemigo o menos que una persona, como
ocurrió, por ejemplo, en el episodio cruel de la negativa táctica a permitir
que Lula entierre a su hermano mayor. Es importante resaltar que este
núcleo judicial, más allá de estar en contra de la idea de igualdad, crea enemigos públicos.quienes están
sujetos a legislación extrajudicial, porque donde hay un enemigo, no puede
haber un ser humano. Este es el trabajo del equipo de Moro, el hombre que
condenó a Lula sin pruebas y actualmente se desempeña como Ministro de Justicia
y Seguridad Pública para el nuevo gobierno de extrema derecha de Bolsonaro.
Estos dos sectores, guiados por el capital
financiero internacional, han utilizado la doctrina del shock, según lo
descrito y analizado por Naomi Klein. Reconocen que la mejor manera de
imponer ideas radicales de libre mercado es hacerlo a raíz de un gran shock
para la sociedad. Este shock puede ser una catástrofe económica o un
desastre natural, un ataque terrorista o una guerra inminente, todo lo cual
generalmente desorienta a las personas. En Brasil, la idea de que el PT
rompió con Brasil se propagó para desatar lo que llamamos una guerra híbrida:
la estrategia imperialista actual de los Estados Unidos de combatir
indirectamente a los gobiernos enemigos, no confiando en tropas regulares sino
en organizaciones no gubernamentales de derecha, como el Brasil Libre.
Movimiento, el Instituto del Milenio, el Instituto Mises y el Instituto
Liberal, que se crearon con fondos internacionales de fuentes como Atlas
Network. Trabajan en torno a lemas políticos genéricos (como la lucha
contra la corrupción) y se presentan como un movimiento espontáneo. En el
caso brasileño, podemos afirmar que uno de los factores que nos pusieron en el
camino de las guerras híbridas fue el descubrimiento de las capas marinas
pre-salinas, petróleo y gas natural atrapadas debajo de miles de metros de sal
y sedimentos post-salinos. .
El núcleo militar
Los generales, los coroneles, los almirantes
y los oficiales militares de alto rango ocupan más de 130 puestos estratégicos
en el nuevo gobierno, principalmente la vicepresidencia, ocupada por el general
Hamilton Mourão. Ni siquiera la dictadura militar-corporativa (1964-1984)
tenía a tantos militares en altos cargos. Según el sociólogo Henrique
Costa, los militares están "conscientes de la crisis económica y la
devastación del mundo laboral que se está convirtiendo en violencia, a través
de las redes sociales y en episodios aislados en todo el país". Él
comenta: "Los militares estaba en el apogeo de su visibilidad durante la
huelga de camioneros [2018]. Evidentemente, recuperaron su antiguo
resentimiento del intelectualismo, visto como la clase artística, los
estudiantes universitarios públicos y, sobre todo, los militantes
LGBT, vistos como los ganadores de la guerra por las mejores posiciones en
el capitalismo contemporáneo y, por lo tanto, adversarios a ser asesinados ”.
Podemos afirmar que el gobierno actual es uno con una fuerte participación militar,
con experimentos recientes en lugares como Haití, ejerciendo su territorio.
control sobre las clases populares durante la ocupación militar, control que
luego se reprodujo en las favelas de Río de Janeiro de una manera aún más
violenta. Creen que no debe haber igualdad, sino una jerarquía en la que
el estado brasileño garantice los derechos de quienes lo
merecen. ejerciendo su control territorial sobre las clases populares
durante la ocupación militar, control que luego se reprodujo en las favelas de
Río de Janeiro de una manera aún más violenta. Creen que no debe haber
igualdad, sino una jerarquía en la que el estado brasileño garantice los
derechos de quienes lo merecen. ejerciendo su control territorial sobre
las clases populares durante la ocupación militar, control que luego se
reprodujo en las favelas de Río de Janeiro de una manera aún más
violenta. Creen que no debe haber igualdad, sino una jerarquía en la que
el estado brasileño garantice los derechos de quienes lo merecen.
El núcleo neopentecostal
El otro sector de la sociedad que
constituye la base política de Bolsonaro es un grupo de profesionales políticos
de los rangos más bajos, formado por el toma y daca del Congreso, especialmente
los lobbies evangélicos cristianos y los lobbies ruralistas. Este es el
grupo menos calificado y menos educado y, sin embargo, ideológicamente, como
los demás, también ponen el supuesto mérito por encima de la igualdad y
critican duramente a otros partidos y a la llamada democracia
representativa. Creen que algunas personas deberían ser (o más bien seguir
siendo) ciudadanos de segunda clase, particularmente mujeres, personas LGBT e,
implícitamente, personas pobres, y apuestan por formas agresivas de salir de la
crisis social y económica. Acusan a otras partes de hacer un mal uso del
sistema, razón por la cual negocian con personas y grupos de presión. Su
agenda ideológica busca luchar contra la ciencia, el estado secular,ideología de género .
Para esta sección de la derecha, está
ocurriendo una crisis ideológico-moral, provocada por el abandono de los
valores tradicionales que supuestamente han gobernado la sociedad desde el
comienzo de la civilización en nombre de un igualitarismo creado
artificialmente por la intervención estatal. Desde el punto de vista de
los neoconservadores, las diferencias de clase, género e incluso raciales
siempre han sido parte del orden social; abandonar estas diferencias en
favor de una sociedad ilusoria sin clases (o postclase) conduciría a una
degradación cultural sin precedentes. Por lo tanto, se oponen a todos los
movimientos por la igualdad. La agenda neoconservadora es básicamente la
restauración de la autoridad de la ley, el restablecimiento del orden y la
implementación de un estado de vigilancia nocturna. Según esta visión, el
estado a desmantelar es el que concederíademasiados derechos,
o incluso ninguno, a
personas o grupos considerados innatamente indignos.
¿Es este un gobierno fascista? El
fascismo fue la salida del capital de la crisis del siglo XX en Europa, basada
en una concepción autoritaria de que había un enemigo responsable de la
crisis. Motivado por la frustración de la clase media, el fascismo dirige
su energía hacia consignas conservadoras, rechazando el debate y la
racionalidad y apostando por el miedo. Sin embargo, incluso si la base es
de clase media, la dirección política favorece el capital financiero. Todo
lo que se puede decir en este momento es que el gobierno de Bolsonaro no encaja
perfectamente como un gobierno fascista clásico, pero indudablemente tiene inspiraciones
(y aspiraciones) fascistas y no podemos descartar la posibilidad de que pueda
llegar a ser un gobierno más explícito. medidas fascistas.
Contradicciones del gobierno
de Bolsonaro
o
De cierta manera, Bolsonaro y sus compinches incluso
avergüenzan a la burguesía clásica que lo ayudó a asegurar su victoria
electoral. Pero incluso la caída de Bolsonaro no detendría por sí sola el
proyecto de derecha en curso. Puede ser en interés de la élite que no
termine su mandato. Los que se oponen efectivamente a él son secciones del
ejército, la derecha avergonzada, y Globo, el principal grupo de medios de
comunicación de Brasil. La clase obrera y la izquierda todavía están
paralizadas, aunque están reconstruyendo la unidad para resistir este período.
o
Los esquemas de la familia Bolsonaro, su falta de
preparación intelectual y las tonterías que se multiplican todos los días a
través de Twitter, especialmente sobre su participación en las milicias, tensan
en gran medida la reputación de Moro, permitiendo que el principal eslogan
político del gobierno, combatir la corrupción y garantizar la seguridad
pública, se desmorone. . El Tribunal Federal Supremo ya ha demostrado que
este proyecto encontrará oposición en el poder judicial, especialmente de
Gilmar Mendes, Celso de Melo y Marco Aurélio.
o
El proyecto impuesto por el capital impone pérdidas a
los trabajadores, especialmente a los más pobres. Impone la continuidad de
la crisis de desempleo. Las medidas del gobierno actual empeoran
severamente la vida de muchos trabajadores y será difícil continuar impulsando
programas que aumenten la desigualdad social y aumenten los privilegios de la
clase dominante sin desencadenar ningún conflicto social.
o
Además, las medidas que el gobierno ha tomado para
privatizar sus principales industrias estatales y entregar vergonzosamente
nuestra riqueza natural bajo la dirección de Estados Unidos son una afrenta
directa a los intereses nacionales.
o
La situación de la clase
obrera brasileña
Los cambios en el mundo laboral son parte
de la respuesta del capital a su crisis, promoviendo una reestructuración
productiva que busca destruir la organización de los trabajadores. Durante
este proceso, los antagonismos entre las fuerzas del trabajo y del capital,
reafirmando la lucha de clases actual, se hacen cada vez más marcados, ya que
no hay otra forma en que el capital pueda ampliar sus márgenes de acumulación
(que se retraen rápidamente) a costa del trabajo.
El objetivo es cada vez más la
reorganización del estado para que pueda intervenir para ayudar a garantizar la
posibilidad de niveles brutales de explotación. La diseminación
indiscriminada del miedo requiere una fuerza abrumadora, es decir, la fuerza
bruta de la intervención estatal.
La crisis del capital tiene efectos
mundiales, pero estos efectos no se sienten de la misma manera en todas
partes. En países periféricos como Brasil, los efectos son aún peores y
más profundos, y aunque siempre hemos tenido trabajos precarios e inseguros,
han ido junto con un cierto margen de derechos de los trabajadores. El
discurso del gobierno actual es que "el trabajador tendrá que elegir entre
un trabajo o derechos", lo cual es prueba suficiente de la situación
actual.
Históricamente, hemos pensado en la precariedad como el trabajador informal , pero la
última reforma laboral ha alterado esta condición, ya que normaliza los
trabajos con menos derechos y menos seguridad. En otras palabras, lo que
es precario ahora es trabajo formal.
Las características principales de la
configuración actual de la fuerza laboral se pueden resumir de la siguiente
manera:
1. La reducción del proletariado industrial, al tiempo
que se profundiza el proceso de precarización de lo que queda de este grupo de
trabajadores.
2. La feminización represiva del mercado laboral a través
de una estrategia de precarización basada en la división desigual del trabajo
por género, lo que permite la movilización de una fuerza laboral más disponible
y adecuada a las necesidades del capital.
3. El proceso de desregulación del sector de servicios que,
al principio, absorbe a algunos de los trabajadores que han perdido sus empleos
en la fábrica, pero luego descubre que hay límites. Este sector también se
ve afectado por la privatización de los servicios públicos, que es una forma de
implementar la desregulación.
4. La exclusión sistemática de los jóvenes, el grupo más
afectado por el desempleo, de los procesos laborales. El resultado ha sido
un aumento del suicidio entre los jóvenes, y ahora el suicidio es la cuarta
causa de muerte en Brasil. Los datos revelan un aumento del 40 por ciento
en los suicidios entre las edades de 12 y 25 en los últimos cinco años en el
país.
5. El aumento del desempleo entre los ancianos,
difundiendo la idea de generaciones indeseables: los jóvenes inútiles y los
ancianos inútiles.
6. El retorno del uso del trabajo infantil.
7. El aumento significativo del trabajo en el hogar, que
para las mujeres se entrelaza con el trabajo doméstico. Con la mano de
obra en el hogar, el capital cede el control centralizado y lo transfiere
hábilmente al autocontrol del trabajador desesperado.
8. El aumento de la remuneración basado directamente en
las unidades de producción generadas (trabajo por piezas, según Karl Marx), en
contraste con la disminución de los salarios en función del tiempo de trabajo. En
el trabajo por piezas, los trabajadores tienden a aumentar el ritmo de trabajo
por su propia cuenta y bajo su propio riesgo, lo que hace que los días de
trabajo sean aún más agotadores.
9. El aumento de las entidades legales en las cuales los
trabajadores se relacionan con el proceso laboral como si fueran contratistas
independientes y no trabajadores individuales, lo que aumenta la exposición al
trabajo precario.
10.
El aumento estructural del desempleo que no puede
resolverse con una compensación por recalificación, reciclaje o educación
superior. Esto ha llevado a una brutal expansión del ejército de reserva
de mano de obra. La idea de ser
su propio jefe como algo positivo y liberador se ha extendido,
especialmente atrayendo a los jóvenes debido a la aparente falta de reglas,
horas de trabajo regulares y expectativas rígidas. Esta idea de
emprendimiento y trabajar por su propia cuenta ha llevado a la creación de un
tipo de autonomía subjetiva que permite la explotación de los trabajadores por
los propios trabajadores.
11.
Un aumento a gran escala de la proletarización,
entendido como una pérdida de autonomía sobre el proceso laboral. En
palabras de Marx, la separación radical de los trabajadores de los medios de
producción. Incluso para quienes poseen parte de los medios de producción,
como los colonos y sus territorios, la presión de la proletarización y la
pérdida de autonomía también están presentes.
En esta coyuntura, la clase trabajadora enfrenta desafíos severos ,
incluida la necesidad de crear un nuevo proyecto estratégico de la sociedad,
nuevas formas organizativas y nuevas formas de contrahegemonía en la lucha
ideológica.
La cuestión agraria en
Brasil
Desde la década de 1990, la cuestión
agraria brasileña se ha constituido por la hegemonía de los agronegocios como
modelo de dominación sobre la agricultura, controlada por empresas
transnacionales y capital financiero en alianza con grandes propietarios de
tierras locales. La tendencia histórica de este modelo productivista en el
contexto global apunta a una disminución en la productividad promedio y la
rentabilidad, especialmente en la producción de alimentos. El modelo se
centra en los monocultivos de algunos productos agrícolas, confiando
intensamente en la mecanización y las agrotoxinas, el uso de semillas
genéticamente modificadas como propiedad privada de las empresas y la
eliminación de la fuerza laboral de los campos. Este modelo causa muchos
problemas, como el aumento de la desigualdad social, el desempleo, la
transferencia de ingresos agrarios a los centros de capital financiero, la
despoblación de grandes regiones, el aumento de enfermedades causadas por
agrotoxinas y la proliferación de delitos ambientales. Por lo tanto, por
un lado, tenemos el máximo beneficio para algunas empresas y unos pocos
agricultores, y, por otro, la imposibilidad de crear un modelo sostenible para
el futuro.
Las empresas continúan centralizando y
ampliando su control sobre todo el sector productivo a escala global. Pero
esta no es una solución social. En el caso de las semillas, por ejemplo,
hace unos veinte años, las pequeñas empresas dominaban el mercado. En el
período actual, ha habido doscientas adquisiciones y el mercado está
monopolizado por cuatro compañías que controlan el 68 por ciento de las ventas,
la mayoría de las cuales son de semillas genéticamente modificadas. En el
caso de las agrotoxinas, cuatro empresas dominan actualmente el 71 por ciento
del mercado. Además, las compañías de semillas, agrotoxinas y
fertilizantes se han fusionado, aumentando aún más la monopolización del
sector.
En Brasil, el modelo de expropiación
agrícola —explotación de la naturaleza y el trabajo para aumentar la
concentración de riquezas— se remonta a la era colonial, durante la cual el
trabajo esclavo se utilizó durante cuatrocientos años para acumular
capital. Desde entonces, el derecho de acceso a la tierra ha sido negado a
la clase trabajadora, los pueblos indígenas, los antiguos esclavos y los
campesinos sin tierra. Después de eso, en los años sesenta, setenta y ochenta,
el país experimentó una modernización técnica de la agricultura, especialmente
durante la dictadura militar, que no alteró la estructura agraria del
país. Desde entonces, los agronegocios se han fortalecido con el apoyo del
estado brasileño, lo que resulta en una mayor desigualdad en las zonas rurales
y una disminución de la población rural, que ahora es de menos del 15 por
ciento de la población total.
Los datos preliminares proporcionados por
el censo agrícola del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística revelan
que, en diez años, ha habido una disminución de casi el 10 por ciento en el
número de personas empleadas en la agricultura. El censo también muestra
que el número de establecimientos ha disminuido, pero el área que ocupan ha
aumentado. Los establecimientos con más de mil acres representan el 1 por
ciento del total, pero ocupan el 47.5 por ciento del área total
correspondiente. La ganadería todavía ocupa una parte central, pero ha
habido un aumento en el cultivo de cultivos temporales, en detrimento de los
cultivos permanentes. En este sentido, la soberanía alimentaria se ve
comprometida, ya que cuando los cultivos como frijoles, arroz, yuca y papas se
estancaron o se redujo su área de plantación, y los productos básicos como la
soja, el maíz y la caña de azúcar aumentaron. En este mismo periodo,
Ante estas condiciones, ¿cómo se ha
comportado la burguesía agraria brasileña? La agricultura tiene su origen
en el período colonial, con las sesmarías.del
siglo XVII. La burguesía agraria es arcaica, equiparando la propiedad de
la tierra con el poder. La burguesía agraria siempre ha controlado el
poder en el país y puede dividirse en dos grandes grupos: (1) empresarial, que
controla más de trescientos millones de acres de tierra y la producción de mercancías; y
(2) propietarios tradicionales con tierras improductivas que se utilizan para
la especulación. Este segundo grupo es atrasado, violento, arcaico y se
caracteriza por el uso de violencia física y psicológica, hasta el punto de
emplear pistoleros. Si retrocedemos a la década de 1980, este segundo
grupo ganó la hegemonía dentro de la burguesía agraria bajo el mando de la
Unión Democrática de Ruralistas, el Movimiento Nacional de Productores, la
Organización de Cooperativas Brasileñas y otras organizaciones
similares. Hoy en día,
Entonces es posible ver la importante
presencia de la burguesía agraria en el actual gobierno de Bolsonaro. Este
ha sido el caso desde el principio, como lo ejemplifica el Jefe de Gabinete
Onyx Lorenzoni, que forma parte del lobby ruralista, y la Ministra de
Agricultura, Ganadería y Abastecimiento, Tereza Cristina. Las prioridades
de la burguesía son abrir el mercado para la exportación; modernizar la
legislación sobre agrotoxinas, facilitando su uso; facilitar la legislación
laboral rural; garantizar la seguridad judicial para las inversiones en
agricultura, es decir, garantizar el derecho absoluto a la propiedad; y
hacer que las licencias ambientales sean más flexibles.
Pasos y tácticas para
futuras luchas
Estamos viviendo un momento adverso para
la clase trabajadora rural, pero es favorable para la reconstrucción basada en
nuevas tácticas, confiando en prácticas políticas y sociales
innovadoras. Dichos momentos históricos siempre se han enfrentado y
superado gracias a la capacidad de las clases para construir la unidad a través
del centralismo democrático y la orientación colectiva. Siempre hemos
encontrado respuestas organizando a las personas, siempre buscando a la
sociedad como aliada a nivel nacional e internacional. A través de
nuestros vínculos con la base, podemos inspirar a nuevos activistas y adoptar
nuevas tácticas para la resistencia y la organización de clases.
Es en estos tiempos difíciles que
encontraremos las mejores formas de construir nuestro proyecto para la autonomía
de la clase trabajadora. El Movimiento de los Trabajadores sin Tierra
(MST) y los movimientos campesinos de todo el mundo han reflexionado, debatido
y construido nuevos programas populares para la organización de la producción
agrícola y el uso de los bienes de la naturaleza. En cada país, estos
programas adquieren una terminología de acuerdo con la cultura política
local. En Brasil, el MST adoptó un Programa para la Reforma Agraria
Popular. Otros movimientos campesinos en Brasil adoptaron otras formas, conservando
siempre el mismo contenido esencial.
Sin embargo, es vital considerar lo que
está sucediendo en todo el mundo: un proceso colectivo de la clase trabajadora
para actualizar el programa agrario. Lo que está en cuestión ya no es solo
la reforma agraria clásica resumida por la democratización de la propiedad de
la tierra, garantizando el derecho a la tierra para quienes la
trabajan. El desarrollo del capitalismo, la globalización, el modelo de
agronegocios y el conflicto de clases en general han establecido nuevos
paradigmas que debemos enfrentar en nuestro programa general.
Lo siguiente constituye un nuevo programa
agrario contemporáneo para guiar la lucha de la clase trabajadora rural, en sus
diversas composiciones sociales, según el país y la región.
1. El derecho de acceso a la tierra y el control del
territorio.
Al pensar en la conquista de la tierra y
su redistribución durante los procesos de reforma agraria llevados a cabo por
los gobiernos asociados con los movimientos campesinos, ahora también debemos
considerar que la tierra es más que solo para trabajar. La tierra
reproduce la vida, la biodiversidad y, sobre todo, las culturas de sus
habitantes. Por lo tanto, debemos hacer un análisis más amplio, más
holístico, de lo que significa garantizar la tierra y el territorio para estas
poblaciones.
2. Los campesinos y las personas en las zonas
rurales como guardianes de los bienes colectivos de la naturaleza.
La vida de todos los seres humanos depende
de la convivencia con millones de otros seres vivos, como plantas, animales y
bacterias. Nuestro futuro depende de la supervivencia de esta
biodiversidad, que está amenazada todos los días debido a la avaricia del
capital. Debido a esto, los campesinos, aquellos que viven en la tierra bajo
diferentes formas de organización social, deben comprometerse a proteger toda
la riqueza, biodiversidad, agua, bosques, ríos, animales, flora y fauna de la
naturaleza como parte de nuestra vida y futuro.
3. La producción de alimentos saludables.
La función social de la agricultura, el
acto de cultivar y cuidar la tierra, es producir la energía necesaria para que
los seres sobrevivan. Debido a esto, debemos comprometernos a producir
alimentos saludables. El capital, con su modelo de agronegocios, no puede
producir alimentos saludables a excepción de una minoría pequeña y
privilegiada, ya que su lógica está destinada únicamente a obtener el mayor
beneficio en el menor tiempo posible.
4. La adopción de la agroecología.
El capital utiliza el método productivista
para lograr la máxima cantidad de ganancias, adoptando técnicas que solo dañan
la naturaleza, aumentando la productividad máxima del trabajo humano y la
producción física por acre. Sin embargo, esto destruye la naturaleza, la
base futura de la producción de alimentos. Este método tampoco puede
producir alimentos saludables. Debemos asumir el desafío de construir la
agroecología como un modelo que represente un conjunto de técnicas para la
producción agrícola, lo que aumentará la productividad del trabajo, la productividad
física por acre, y también disminuirá el trabajo físico de los trabajadores,
manteniendo el equilibrio con la naturaleza. Solo con la agroecología
podremos producir alimentos saludables para la población en general.
5. La adopción de una mecanización compatible con la
naturaleza y el trabajo rural.
El modelo utilizado por el capital se basa
intensamente en la mecanización agrícola, buscando solo ganancias. Ya se
están utilizando máquinas no tripuladas y sin conductor. Debemos mecanizar
el trabajo en la agricultura, buscando disminuir el trabajo humano, pero
operando a una escala y con características que sean compatibles con las
unidades familiares rurales y sean respetuosas con el medio ambiente.
6. La adopción del agronegocio cooperativo
El agronegocio es una necesidad para el
desarrollo de las fuerzas productivas. Sin embargo, debe garantizar la
calidad de los alimentos, evitando el uso de conservantes y agrotoxinas, y en
una escala que sea compatible con las comunidades. Los ingresos generados
por los agronegocios deben ser utilizados en beneficio de los trabajadores, los
que producen alimentos, y las cooperativas deben estar formadas y controladas
por campesinos y trabajadores agrícolas.
7. educación
La democratización del acceso a la educación
formal en todos los niveles, desde la escuela primaria hasta la educación
superior, debe ser parte de cualquier programa de reforma agraria. Solo el
conocimiento puede ayudar a desarrollar fuerzas agrícolas productivas y
personas verdaderamente libres
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