El Dicasterio para la Doctrina de la Fe, bajo la dirección del Cardenal Víctor Manuel Fernández, publica otra nueva nota… esta vez sobre los católicos y la masonería.
Palacio del Santo Oficio, sede del Dicasterio para la Doctrina de la Fe en el Vaticano (Foto cortesía de Vatican News)
Por Loup Besmond de Senneville | Ciudad del Vaticano
Un nuevo documento ha vuelto a aparecer –inesperadamente y sin previo aviso– en el sitio web del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF). Esta última nota, que reafirma la incompatibilidad entre la fe católica y la masonería, fue publicada el 15 de noviembre y una vez más tomó a todos por sorpresa.La carta es la respuesta del DDF a un obispo filipino que pidió orientación a la oficina doctrinal para tratar con un número cada vez mayor de católicos en su diócesis que buscan convertirse en masones. Esa carta nunca fue enviada a los periodistas. Este método es similar al utilizado la semana anterior con una nota sobre el bautismo de las personas transgénero y, a principios de octubre, sobre la familia.La falta de comunicación en torno a estas notas no es tan sorprendente, ya que es costumbre del Vaticano publicar dichos documentos sin explicarlos. Lo que sorprende, sin embargo, es el ritmo reciente de su publicación. Muchos atribuyen esta aceleración a un solo hombre: el cardenal Víctor Manuel Fernández . Prefecto del "Santo Oficio" desde septiembre, claramente decidió responder a una serie de preguntas doctrinales que se encontraban sobre su escritorio a su llegada. Y para ello ha llamado al puñado de teólogos que forman parte de la "primera sección" del dicasterio, encargada específicamente de las cuestiones doctrinales."Se han disparado las primeras salvas del 'cañón Fernández'", bromea un atento observador de la Curia romana, que ve aquí la señal de un método favorecido por el cardenal argentino.Dada la proximidad de Fernández al Papa Francisco, es un eufemismo decir que la gente en el Vaticano está examinando de cerca las declaraciones y actividades del nuevo prefecto. Su nombramiento hace unos meses generó numerosas críticas por su perfil, considerado por algunos demasiado alejados de los círculos teológicos clásicos."Fernández es un tren fuera de control", dijo una fuente del Vaticano.Cuando Francisco nombró al cardenal para el puesto del DDF en julio, también le dio al hombre conocido como "Tucho" una declaración de misión. El Papa le encargó "velar por la enseñanza" de la Iglesia, "pero no como enemigos que señalan con el dedo y condenan". Como "guardián del dogma" de la Iglesia, esa es una tarea que el cardenal Fernández pretende implementar plenamente... sin preocuparse por las críticas.
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